El Rey Felipe VI pidió ayer al Apóstol Santiago que «haga resonar» en los corazones de los españoles «la esperanza» frente a las «situaciones difíciles» motivadas por la crisis. En su ofrenda ante el Patrón de España, el Monarca tuvo palabras de recuerdo para las víctimas del descarrilamiento de Angrois, ocurrido hace un año, y para los fallecidos en el accidente aéreo de Swiftair del pasado jueves, a cuyas familias trasladó sus «condolencias». 

 El jefe del Estado expresó también su «emoción» por ejercer este año como oferente ante el Apóstol, «en los comienzos» de su reinado, y dedicó «sus primeras palabras» a recordar «con profundo dolor» a las víctimas del accidente ferroviario de Angrois, que «conmovió a toda España» y «ensombreció» la fiesta grande de Santiago hace un año. 

 «La Reina y yo lo tenemos muy presente y queremos que, en este aniversario, nuestra presencia aquí sea también testimonio de homenaje y respeto a los fallecidos, de solidaridad con sus familias y de recuerdo a todos los afectados por la tragedia», señaló el Monarca, al tiempo que recordó la «extraordinaria muestra de solidaridad, de civismo y de nobleza» de los gallegos en aquella ocasión. «Galicia, gracias de corazón», apostilló.  

 Asimismo, mostró su empeño en «mantener viva» la «tradición» de la Monarquía a través de la Ofrenda al Apóstol, por lo que mencionó el «orgullo» que siente por haber sido designado Embajador de Honor del Camino de Santiago, que es «símbolo de fraternidad entre pueblos y personas del mundo entero» y constituye «el primer proyecto común de Europa», una «muestra temprana de su relación armoniosa». «Con ella, con Europa, España está, y seguirá estando siempre, firmemente comprometida», garantizó. 

 Como ya hizo en su acto de Proclamación como Felipe VI ante las Cortes Generales, el Rey hizo hincapié en la «configuración» de la nación, con «toda la variedad y la riqueza de sus pueblos». «En nuestra España, unida y diversa, caben todos los sentimientos y sensibilidades, caben todas las formas de sentirse español», destacó el Soberano, para quien este hecho hace de los españoles «una gran comunidad social, cultural y política». 

 Al igual que «los peregrinos tienen fijada su mirada en ese más allá que les va señalando las etapas de la ruta», los españoles ponen «la vista en el futuro» con el objetivo de superar la crisis. «Porque todos, sin excepción, deseamos ir dejando atrás los tiempos de dificultad», destacó. 

 Además, Felipe VI recordó que la crisis y el paro han «golpeado severamente a muchísimos españoles», aunque garantizó que «revertir esta situación ha sido y está siendo la prioridad del Estado y de toda la sociedad española», a la que animó a realizar «todos los esfuerzos posibles para ayudar a las personas más vulnerables». 

El Monarca, que concluyó su ofrenda en gallego, indicó que «el futuro pertenece siempre a los audaces», por lo que apostó por «reconocer las dificultades» no como un «impedimento», sino como «una oportunidad».