Pablo Serrano

CARTA DEL DIRECTOR

Pablo Serrano


El nuevo entretenimiento

02/04/2023

En los últimos días he hecho el esfuerzo de tratar de comprender qué es lo que divierte a mis hijos en televisión porque, me guste o no, una nueva manera de entretenimiento se ha instalado en la sociedad. En pleno debate sobre la trascendencia de la Inteligencia Artificial, con varios expertos recomendado hacer un parón y una reflexión antes de que nos absorba sin darnos capacidad de reacción, he decidido sentarme ante la televisión con la voluntad de oír, ver y mirar tratando de quitar de mi discurso "esto no es para ti" o "menuda tontería". Y lo hago como un ejercicio de aprendizaje porque considero que es una obligación y, además, entre otras cosas, mi profesión me obliga a ello. 
Cuando hace algunos decenios algunos auguraban que esto de internet iba a cambiar el mundo estoy seguro de que no tenían idea de cuánto ni hasta dónde. A finales de los 90 publiqué en el suplemento sobre informática de un periódico nacional un artículo de varias páginas en el que describía qué era internet y para qué servía, con un carácter primordialmente divulgativo. El caso es que yo, que me consideraba precursor del uso de internet, me he ido achicando en este escenario tecnológico.
Hace una semana me senté delante del televisor, que ya no es el de dos canales en blanco y negro de mi infancia, para ver la final de la Kings League con mis dos hijos. Me sorprendió que ya eran conocedores de las extrañas reglas, que mezclaban detalles de juegos de rol con el deporte mayoritario. El caso es que ver el Nou Camp con un lleno como si de un clásico se tratara ya es indicio de que genera atracción, y que lo fácil descalificarlo. Pero ¿por qué? ¿Quizás porque no es a lo que estamos acostumbrados? ¿Porque lo han puesto en marcha unos millonarios que quieren vivir de ello? De forma muy resumida, no fue tan aburrido, pero mucho más me cansaría (y me refiero solo al partido de la final). Y creo que al público también, de hecho, me llamó la atención como se había casi desalojado el campo cuando los ganadores estaban recibiendo la copa. Aplicar protocolos clásicos a nuevas estrategias (como podría pasar en una final de copa o Champions) no siempre funciona. 
Otro capítulo. Uno de los llamados 'youtuber' o 'influencer' está haciendo la vuelta al mundo en 80 días con unos amigos. Una obra literaria adaptada a un 'reality' de este tiempo, con algunos detalles tan simplones pero nada diferentes al de algunos programas de televisiones generalistas que pugnan por la audiencia cada noche. Más allá de que uno de los protagonistas se ha pillado una fuerte gastroenteritis en Sudáfrica y nos lo narran con demasiados detalles escatológicos, nada difiere de lo que les sucede a otros, anónimos o famosos, en una isla perdida. Los vocablos malsonantes son los de la calle de hoy día, y pocas diferencias más ve, más allá de que los protagonistas son ídolos a los que envidian estas generaciones venideras, que probablemente no sepan que esta idea procede de un clásico de Julio Verne. Y eso sí es más preocupante. Aunque también es cierto, que siendo niños los de mi generación, ya nos adaptaron este libro a una serie de dibujos animados. ¿Será que se repite la historia? ¿Pero qué consecuencias tendrá ahora?
Está claro que el nuevo entretenimiento ha llegado para quedarse, pero nos tenemos que dar cuenta de que en la vida no todo es pasatiempo.