Un iniciativa para conocer "las bonanzas del medio rural"

E.Carretero
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La directora general de Juventud inauguró el biolago para aves migratorias que han construido los 22 chicos y chicas del campo de voluntariado que promovido por la Junta acoge Gotarrendura desde hace ya seis años

Un iniciativa para conocer "las bonanzas del medio rural"

Gotarrendura cuenta desde este domingo, de forma oficial, ya que es cuando tuvo lugar la inauguración, con un biolago diseñado para servir de parada a las aves migratorias que van a las lagunas de El Sol, que además se convierte en un atractivo más para los vecinos de este municipio, a los que se anima a recorrer este paseo hasta el conocido como paraje de El Artesiano.

La directora general de Juventud, Estela López, fue la encargada ayer de inaugurar el biolago 'La constelación del cisne' que han construido los 22 jóvenes, de entre 15 y 17 años y procedentes de distintos lugares del país, que han participado en el campo de voluntariado que durante el mes de julio y por sexto año ya se desarrolla en Gotarrendura. Una iniciativa impulsada por la Junta de Castilla y León «esencial e importante para el medio rural», como apuntó López, por cuanto estos campos de voluntariado «dinamizan nuestros pueblos, hacen que los jóvenes se acerquen al medio rural y conozcan las bonanzas de vivir en nuestros pueblos». 

Lo singular de este lago, como explicó la alcaldesa, Yolanda de Juan, es que en el mismo se han plantado especies que limpian y depuran de forma natural el agua, tales como colas de caballo o lentejas de agua. Un trabajo que han llevado a cabo estos jóvenes voluntarios que, además, durante su estancia en Gotarrendura «se lo han pasado muy bien», implicandóse en este trabajo más allá de lo inicialmente previsto. Y es que, apuntó la alcaldesa, «muchas de las cosas que se han hecho no estaban pensadas, como el cercado o el banco que han hecho con palos de una valla del parque», apuntó. «Los campos de voluntariado dan muchísima alegría al pueblo, que es lo que hace falta y mucha vitalidad», reconocía la regidora al hablar de cómo estos jóvenes se integran en el pueblo durante las dos semanas que pasan aquí. 

A la inauguración de este biolago también asistió el diputado provincial de Cultura, Eduardo Duque, que apuntó que este tipo de iniciativas demuestran la importancia de la colaboración institucional, en concreto entre ayuntamientos, Junta, y en este caso a través de la Dirección General de Juventud, y Diputación, que también colabora con estos proyectos. «Estas actividades dan vida y regeneran patrimonio», destacó el responsable provincial también a la hora de referirse a los beneficios de estos campos de voluntariado en el medio rural. 

El de Gotarrendura es uno de los dos campos de voluntariado joven que se desarrollan en la provincia de Ávila donde desde el pasado verano también se lleva a cabo una actividad similar en Horcajo de las Torres. En toda Castilla y León son quince los campos de voluntariado que se llevan a cabo y en los que en cada campaña participan más 300 jóvenes, tanto de la región como de otros lugares del país. «Estamos muy satisfechos de estos jóvenes voluntarios que dejan sus ocupaciones del día a día para venir a comprometerse con los demás y para potenciar también actividades con las personas mayores de los municipios», aseguró Alonso al hablar del voluntariado que cada verano realizan jóvenes como el cántabro Iker Muñiz, de 17 años, y que durante dos semanas ha colaborado en la construcción del biolago de Gotarrendura siguiendo el consejo de su madre, que de joven también participó en campos de voluntariado, y en una experiencia que personalmente para él ha sido muy satisfactoria y que, además, ha posibilitado realizar un trabajo con «buen resultado».

hasta repiten. Voluntarios también como la burgalesa Elsa  de Miguel, también de 17 años, que por segundo año acudía hasta Gotarrendura para participar en este campo de voluntariado gracias al cual, y con ayuda de sus compañeros, ha creado un lago para que las aves de paso hagan parada en un prado donde antes no había nada más allá de unos cuantos pinos que se plantaron hace décadas pensando en crear un pinar que no salió adelante. El año pasado ella también participó en la construcción del mirador de estrella ubicado en la antigua fragua.