Navalacruz celebra la tradición de las escarapelas

D. Casillas
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Un taller sobre esos adornos que llevaban los quintos, como símbolo de cariño y de protección, sirvió para que los vecinos, con la implicación de muchos de ellos, recordasen un pasado que se lucha para que siga vivo

Navalacruz celebra la tradición de las escarapelas

La localidad de Navalacruz, que está viviendo un intenso e interesante verano de actividades (bien de la mano de la Asociación Cultural, Deportiva y Medioambiental Cantobolero, bien de la aportación que hacen los vecinos a título particular o en grupo), celebró el pasado martes un encuentro con el pasado que quiso ser al mismo testimonio y reivindicación de su enorme riqueza, una mirada a la tradición local que se hizo a través un taller de escarapelas, esas obras de arte en forma de cintas de colores que colocadas en sus sombreros identificaban a los quintos en sus momentos de protagonismo, y que luego se guardaban como pequeños tesoros de la memoria personal y colectiva.

Lourdes Casillas, vecina de Navalacruz muy interesada en conocer y conservar todas las tradiciones del pueblo (ha sido una de las principales valedoras de la Asociación Cantobolero y de la presencia de los harramachos en Mascarávila), fue la organizadora y ponente principal de esa actividad, que consideró que podía ser interesante partiendo de la idea de que a ella le gustan mucho esas piezas, de las que tiene varias guardadas, un interés por esa vieja tradición que pensó que seguramente es compartido por muchos vecinos.

Con la ayuda de otros vecinos y vecinas, varios de los cuales aportaron escarapelas que tienen guardadas y que sirvieron para hacer una colorista y muy significativa exposición, y apoyada en su labor 'investigadora' y 'divulgadora' por otros amantes de esa tradición como Carlos del Peso, José Miguel López,  su tía 'Libe', la charla-taller fue especialmente animada y didáctica, contando con el valor añadido de que varias personas mayores, que han confeccionado no pocas escarapelas a lo largo de su vida, se sumaron como improvisados y eficaces ponentes.

confección y significado. En el acto habló un poco Lourdes, contando lo que sabía sobre la confección de las escarapelas, su significado y la importancia de no perder esa tradición, un discurso ameno que continuó Carlos del Peso contando, entre otras cosas, la importancia que tenían los brillos en esas pequeñas obras de arte textil, porque «se ponían como símbolo de protección»; y esa llamada a la escarapela como ayuda para quienes la portaban tenía su razón de ser, se recordó, en que «el quinto tenía que hacer la mili, pero no se sabía ni a dónde iba ni el tiempo que iba a estar allí», una incertidumbre frente a la que ayudaba ese símbolo de protección «que era poner cosas doradas, bien espejos, bien imágenes de la Virgen, o bien, como ocurría en Navalacruz, siempre un broche dorado y espumillón».

Para todo ello se contó, como inestimable apoyo, con escarapelas antiguas, con quienes las hicieron y con los quintos que las usaron, una suma de valores que fue una muy agradable sorpresa porque la información fue mucho mayor y más amena, y así se pudo saber, entre otras cosas, que las escarapelas normalmente las hacían las primas, hermanas o novias, como una especial muestra de cariño y cercanía al quinto al que se regalaba.

El encuentro para hablar de cómo se hacían las escarapelas y qué significaban fue muy interesante, no exento de emoción por lo que tuvo de participación popular y de rememoración, ya que «interactuamos todos un poco, hablamos todos un poquito, preguntamos a la gente mayor y nos contaron sus experiencias».

Lourdes manifestó su satisfacción por el resultado del taller, sobre todo por haber conseguido esa implicación de los vecinos del pueblo, una buena aceptación que le ha llevado a pensar que estaría bien repetir la experiencia el año próximo.