Antonio Casado

CRÓNICA PERSONAL

Antonio Casado

Periodista especializado en información política y parlamentaria


Temerario Feijóo

15/07/2023

Es verdad que el actual presidente de Correos, Juan Manuel Serrano, fue jefe del gabinete de Pedro Sánchez antes del salto a la Moncloa, aunque hoy por hoy no está en política, a diferencia de su esposa, Isaura Leal, que va de número ocho en la lista del PSOE por Madrid. Sin embargo, se ha convertido en un pim, pam, pum, de quien le precedió en el cargo veinte años atrás y hoy es el flamante aspirante a la Presidencia del Gobierno como líder del Partido Popular.

En base a las dichas circunstancias personales del máximo responsable de Correos, Núñez Feijóo ha deslizado públicamente la temeraria sospecha de que Serrano podría ser un mandado de Sánchez al objeto de impedir o frenar la avalancha de solicitudes de voto por correo, cuyo plazo terminó este jueves. Algo más que una insinuación al dirigirse expresamente a los trabajadores pidiéndoles que cuiden con mimo el sagrado voto por correo "con independencia de que sus jefes no faciliten su tarea".

No me parece justo que Feijóo convierta las colas ante las oficinas de Correos en la excusa habilitante de una presunta voluntad obstaculizadora de los poderes públicos. Además, no debería presuponer favor o desfavor para tal o cual candidatura. Ergo, doblemente temerario es basar la acusación de indolencia empresarial en la presunción de que quienes votan por correo son todos del PP. Y menos mal que este jueves se vio obligado a aclarar que él no hablaba de "pucherazo" sino de "atasco".

Desde que Sánchez decidió convocar para el 23 de julio, con millones de españoles en vacaciones, la empresa afrontó un drástico reforzamiento de su logística habitual. De ahí la contratación de 19.400 trabajadores. Amén de las horas extras. Por cierto que el procesamiento de intenciones ajenas ha llegado al extremo, impropio de una persona templada, Feijóo les ha prometido que, en el primer consejo de ministros que presida, les pagará las horas extras que no les paguen sus actuales jefes.

Tampoco me parece elegante que el candidato se remita al pronunciamiento de los sindicatos cuando estos denuncian que a Correos le ha pillado el toro por las aglomeraciones de última hora ante las ventanillas de sus 2.389 oficinas en toda España. El problema se ha producido de forma muy desigual y los sindicatos en ningún caso han denunciado intencionalidad política por parte de la dirección. Lo único que han denunciado, en todo caso, ha sido una cierta imprevisión para afrontar una avalancha en torno a los dos millones y medio de solicitudes de voto por correo, de los que se habrían emitido menos de la mitad, pero no se puede acusar de indolencia a los servicios de Correos, que han ampliado sus horarios y están haciendo un meritorio sobreesfuerzo para que ningún voto por correo deje de entregarse antes del 20 de julio, que es cuando expira el plazo para depositar el voto en las oficinas de Correos.