La Feria de Artesanía echa a andar con buenas sensaciones

M.M.G.
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Los artesanos se muestran satisfechos con el arranque de la cita, al percibir actitud de compra y más movimiento que otros años, aunque no saben aún si esto se debe al cambio de ubicación

La Feria de Artesanía echa a andar con buenas sensaciones

La XXXIX Feria de Artesanía de Ávila 'rueda' ya y lo hace, parece ser, a buena velocidad. Al menos esas son las sensaciones que los artesanos trasladan a Diario de Ávila, al preguntarles por los primeros compases de una cita más que asentada en el calendario veraniego (no en vano, está a punto de convertirse en 'cuarentona') y que gusta por igual a abulenses y turistas.

Este año, la principal novedad pasa por su cambio de ubicación: del Paseo del Rastro al Mercado Grande. Y aunque en principio todo apunta a que el traslado será positivo para las ventas, los artesanos se mostraban cautos este domingo. «Hay que esperar al final de la feria para ver si el cambio ha sido para mejor», nos decía María Dolores, una veterana en Arteávila llegada desde Toledo que ofrece figuras para el Belén. «Es verdad que se nota que pasa más público», reconoce la feriante, que en su caso, además, suele tener un incremento de ventas los últimos días.

«Yo estoy bastante contenta.Veo que la gente viene con actitud de compra», nos dice por su parte Carla Viciana, llegada por primera vez desde Granada con sus pañuelos y abanicos pintados a mano.

También se estrena Laura, una joven artesana que trae a Ávila una original propuesta: unos delicados y súper originales puzzles que sorprenderán, seguro, a visitantes y compradores. «Estamos muy contentos con el inicio porque la gente nos está recibiendo muy bien», asegura, «y veo mucho tránsito de gente, aunque el calor se nota».

Hablamos también con una artesana de la joyería llegada de Segovia para la que el principal hándicap del cambio de ubicación estaría en el hecho de que no pudieron meter las furgonetas para montar los puestos. «Imagina el trabajazo de los compañeros que venden cerámica, que tuvieron que mover 5.000 kilos», denuncia.