Primera semana de trabajo del Real Ávila. Empieza a sumar minutos de preparación la nueva plantilla encarnada. De menos a más. «Hemos aprovechado la primera semana para conocernos, para hacer test, para recopilar información» explica Borja Rubiato. Segunda temporada al frente del equipo para el de Santa María del Tiétar y de nuevo al mando de no pocas caras nuevas en un equipo que, pese a conseguir meterse en los playoffs de ascenso la temporada pasada, ha renovado el vestuario en profundidad. «Unas veces por decisión del club, otras por decisión técnica y en otras por decisión del propio jugador».Así es el fútbol, un ir y venir, como la propia pretemporada de un Real Ávila que este año se pondrá a punto para lo que viene por delante lejos del Adolfo Suárez. «Ya nos gustaría a nosotros hacerla aquí, pero no ha sido posible».El tratamiento que se está aplicando al césped del estadio o las diferentes actuaciones en las instalaciones no lo hacen posible. Muchos cambios en todo lo que rodea a este nuevo Real Ávila con un objetivo, volver a ser ambiciosos en una temporada en la que ya se palpa el Centenario del club.  

Una pretemporada que, teniendo en cuenta que el inicio de curso –el calendario se conocerá este próximo jueves– será a inicios de septiembre, «la hemos comenzado un poco más pronto. Vamos a trabajar durante más semanas de lo habitual pero con el objetivo de que los chicos se conozcan, de ir recalando información sobre ellos e ir sentando unas bases para comenzar la concentraciones que iniciaremos a finales de semana en Pedro Bernardo. A partir de ahí trabajaremos en dobles e incluso triples sesiones» describe ante un trabajo que el equipo no podrá desarrollar este año de manera íntegra en el Adolfo Suárez. «Se está tratando el césped, se va a tirar el velódromo, se siguen mejorando instalaciones... Estaremos lejos de nuestra casa pero también será una buena ocasión para entrenar fuera de Ávila. Vamos a entrenar en Pedro Bernardo, vamos a jugar en pueblos de la provincia y es una oportunidad para que la gente de la provincia también pueda ver al equipo».

Un equipo renovado, «con muchas caras nuevas» señala Borja Rubiato. Como si fuera su primera vez –el verano pasado se estrenó como entrenador y en el banquillo del Real Ávila con un equipo con muchos cambios– toca volver a iniciarlo todo. «Lleva su proceso y en ese proceso es muy importante la cohesión del grupo. Igual que lo hicimos el año pasado, vamos a trabajar para tener un vestuario sano, para que todos los chicos tengan un sentimiento de pertenencia al club y a partir de ahí asimilar las ideas, el modelo de juego... Lo habitual de una pretemporada, pero ciertamente vamos a incidir en eso que el año pasado nos dio éxitos». Y es que lo que funciona, no se toca. Quizás se mejora. «Lo que buscamos es que los chicos se sientan cómodos, que haya un buen grupo. Es lo que el año pasado nos dio resultados.Tenemos mucha gente nueva, de otras comunidades, que no han jugado en el Grupo VIII.Cuanto antes se conozcan y se adapten a nuestra forma de trabajar, a lo que significa el Real Ávila, mucho mejor».

Alcanzó el equipo encarnado los playoffs el año pasado y sin embargo la continuidad del bloque no ha sido la tónica dominante. Apenas siete jugadores –tras la baja por decisión propia de Juan Camilo este pasado lunes– siguen en el equipo respecto a la temporada pasada. «Cada temporada es diferente. Se han marcado unas pautas desde arriba y a partir de la hoja de ruta que se tomó cuando se acabó la temporada pasada se han tomado decisiones. Unos por decisión del club, otros decisión del cuerpo técnico y otros por decisión propia, ahora somos los que estamos y esperamos que se sume alguna cara más para cerrar la plantilla y centrarnos en un año que, ya por el hecho de comenzar el Centenario, será importante.Además, somos ambiciosos y queremos volver a repetir y mejorar lo del año pasado».

No se habla directamente de playoffs pero nunca ha ocultado Borja Rubiato que en un histórico como el Real Ávila hay que ser ambiciosos a la hora de afrontar cada una de las temporadas. Y desde esa ambición, el vestuario que se ha conformado. «Se ha firmado un perfil de jugador con hambre, con ambición, que pueda seguir creciendo como futbolista. Además del Real Ávila, detrás tenemos un club importante de Madrid (RayoMajadahonda). Tiene que haber jugadores que se acostumbren a esa exigencia de estar entre los mejores.Por ello hemos hecho un esfuerzo, desde nuestro punto de vista, en mejorar la plantilla. A nivel personal estoy contento con lo que tengo pero  si acertamos con lo que nos queda por firmar, mucho más. Tenemos competencia en todas las posiciones y eso nos hará crecer como grupo» comenta un técnico que ya el año pasado no dudó en gestionar con amplitud todo el banquillo.  

Sirve la pretemporada a todos los equipos para cargar las pilas y ya demostró el primer Real Ávila de Borja Rubiato que el trabajo del verano tuvo su recompensa a lo largo del curso con un equipo con mucha pierna. «Estos primeros días nos han servido para saber cómo han llegado los jugadores y ver el punto en el que nos encontramos y qué y cómo debemos trabajar para no pasarnos. La idea es llegar bien al inicio de temporada y mantenerlo durante todo el curso.Para ello está Edu, el preparador físico, que está desarrollando un gran trabajo con Isma».

No está la plantilla cerrada. Queda por llegar un lateral izquierdo, un mediocentro ofensivo y quizás un tercer portero. A ellos, dos jugadores a prueba que han comenzado la pretemporada con el equipo y que buscarán estos días hacerse un hueco en el primer equipo. «Aún no nos ha dado tiempo a verles». Quiere ver Rubiato a Nahim, un juvenil que promociona. «Si no siguiera aquí, le vamos a ceder, no nos vamos a desprender de él» tiene muy claro. Junto a él, Antonio, procedente del Getafe. «Le tenemos en mente para la posición de central. Si se lo gana y lo demuestra, puede tener un hueco en la plantilla».  

Nuevo modelo de trabajo. Entre las muchas cosas que han cambiado en este nuevo Real Ávila está incluso el horario de trabajo, matinal, para muchos extraño en un club de Tercera. «No sorprende en Aranda, en Guijuelo, en los filiales... Lo que buscamos es que tenemos unas instalaciones en Ávila en las que podemos desarrollar nuestro trabajo. Hasta que las instalaciones no se desarrollen aún más, tenemos que salir del Adolfo Suárez. Y no es lo mismo salir fuera a las cuatro de la tarde, cuando hay escuelas y otros clubes entrenando, que hacerlo por la mañana. Es verdad que ha supuesto un esfuerzo para muchos jugadores, lo cual hay que agradecer y dice mucho de su implicación».  

Comienza a 'cocinarse' el Real Ávila 2022-23 para un curso que espera Borja Rubiato «de nuevo muy competido» en unGrupo VIII que ha visto el ascenso del Guijuelo pero que ha recuperado como integrante al Salamanca UDS tras su descenso desde Segunda RFEF. A ellos toca sumar el Atlético Tordesillas, el Mirandés B, «otro filial potente como la Ponferradina B y que a buen seguro hará un buen equipo», la Arandina «hará un equipo para estar arriba, el Atlético Bembibre... Habrá mucha pelea para lograr todos los objetivos, tanto los de ascenso como permanencia y habrá que trabajar mucho para ser regulares».

Un verano que toca preparar lejos de su afición

Nueve 'citas' aparecen en el calendario de pretemporada de un  Real Ávila que pasará el verano lejos de los suyos. Porque únicamente dos de ellas serán en la ciudad, ante sus habituales seguidores. La primera de ellas será este mismo  sábado –30 de julio– en una particular puesta en escena en el Manuel Sánchez Granado donde se medirán, entre sí, los propios componentes de la plantilla encarnada. La segunda, el miércoles 24 de agosto con la disputa del XXXIXTrofeo Ciudad de Ávila.Como invitado, el Unión Adarve. De por medio una pretemporada con los partidos ante el Zamora –5 de agosto– en el Félix Bardera Felines, en Pedro Bernardo;  elMóstoles –13 de agosto– en El Soto; la Gimnástica Segoviana –20 de agosto– en La Albuera; el CD Las Navas en el Trofeo de Las Navas delMarqués –semifinales 21 de agosto– y un rival por confirmar –27 o 28 de agosto– en el partido de tercer y cuarto o final; el Fuenlabrada –31 de agosto– en El Llano, Candeleda, y el Paracuellos –3 de septiembre– en El Teso, Sotillo de La Adrada.