España asalta Wembley

SPC
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La 'era Luis Enrique' arranca la nueva competición internacional con un ilusionante triunfo ante Inglaterra (1-2)

La selección española estrenó ayer la ‘era Luis Enrique’ de la mejor manera posible, con una victoria de prestigio por 2-1 ante Inglaterra en su exigente debut en la Liga de Naciones de la UEFA. El proyecto del nuevo entrenador nacional arrancó en el histórico estadio de Wembley con un triunfo gracias a los goles de Saúl Ñíguez y Rodrigo y, sobre todo, con buenas sensaciones respecto al objetivo marcado por el técnico asturiano: evolucionar el juego de la campeona del mundo en 2010 y convertirla en un equipo menos previsible. 

En su primer once como preparador del equipo patrio, el de Gijón optó por mantener a David de Gea en la portería, pese a su mediocre Mundial de Rusia, y una defensa capitaneada por Sergio Ramos, con Nacho como compañero y sustituto de Piqué, y Dani Carvajal y el recuperado Marcos Alonso en los laterales. En el mediocampo la batuta se la repartieron Sergio Busquets y Thiago Alcántara, que marcaron la línea junto a Saúl e Isco, mientras que arriba formaron Rodrigo y Iago Aspas. Fiel a su estilo, la Roja dominó la posesión, tal y como pretendía su técnico, y, además, le sacó provecho. 

Si bien los locales se adelantaron con un perfecto contraataque que culminó Rashford, España apenas demoró dos minutos el empate con una buena jugada de Carvajal. El del Real Madrid cedió para Rodrigo, que ganó la línea de fondo y asistió para que Saúl rematara de primeras. En el segundo tanto, que llegó apenas un cuarto de hora después, fue el atacante del Valencia quien, entrando desde atrás, le puso el pie de manera impecable a una falta lanzada por Thiago para batir al meta británico. 

En el otro área, De Gea justificó la confianza de Luis Enrique con dos paradas decisivas. Las dos fueron ante Rashford, una en el primer tiempo y otra en el minuto 80, y ambas pudieron suponer el empate para los ingleses. 

Animados por su victoria parcial, los españoles crecieron en una segunda mitad, que arrancó condicionada por la lesión de Shaw. Su marcha pareció despistar a los de Southgate, que se sometieron al dominio de su rival. 

El balón apenas duraba segundos en los pies de los ingleses que, cuando quisieron reaccionar, en unos minutos finales de infarto, toparon con la buena defensa española, el muro de De Gea y, finalmente, con la falta de tiempo. 

La Roja sumó así la segunda victoria de su Historia en el mítico Wembley y la primera en la nueva etapa con el técnico asturiano como inquilino del banquillo nacional.