«Puedes trabajar con canciones importantes para el paciente»

B.M
-

El ciclo 'Psicología hoy' ofreció la charla 'Música para mejorar la salud: musicoterapia', a cargo del psicólogo Gustavo Garzón

«Puedes trabajar con canciones importantes para el paciente» - Foto: David González

La música amansa a las fieras dice un famoso dicho y lo cierto es que de las propiedades de la música mucho se ha hablado y demostrado. Para llevarlo al terreno teórico y práctico el ciclo 'Psicología hoy: ¿qué puede hacer por ti?' ofreció la conferencia 'Música para mejorar la salud: musicoperapia', a cargo de Gustavo Garzón, que es psicólogo general sanitario con formación en musicoterapia y psicodrama.

«Lo bueno que tiene la música es que puedes trabajar con canciones que son importantes para el paciente», asegura este psicólogo, que recuerda que la motivación de este ciclo organizado por el Colegio de Psicología de Castilla y León es la aplicación de la psicología para «mejorar la calidad de vida de las personas», en este caso acercándola, con los propios psicólogos, para dar pautas sencillas a la gente y mejorar su bienestar.

«La musicoterapia es el uso de música y elementos musicales para fomentar la mejoría de la salud o una mejor calidad de vida», recuerda, y en su caso pretendía ofrecer a los asistentes a estas charlas en la Fundación Tatiana tanto una parte teórica, con los diferentes modelos, antes de pasar a la parte práctica, con las dinámicas con los asistentes relacionados con técnicas activas o pasivas. «Las técnicas pasivas son a las que la gente se refiere cuando habla de musicoterapia, es poner música, sentarse y escuchar. Y que tienden a la introspección, escucha, escucha al propio cuerpo, la relajación. Y luego las técnicas activas que tienen que ver con el movimiento, el baile, la coordinación, tocar instrumentos, trabajar con un grupo de personas con alguna pauta en concreto».

Su intención era hablar de los beneficios que tiene la música y los elementos musicales, también aprovechando su experiencia desde 2008. Una experiencia que ha afianzado a través de su trabajo con párkinson, con mayores con patología de demencias, esclerosis múltiple o con Fundabem. Es con el uso terapeútico de la música con personas que tienen alguna patología, en alzheimer, por ejemplo, «para evocar los recuerdos que están bloqueados y que no tienen acceso por el deterioro neuronal». En párkinson, «lo que he trabajado mucho, y es muy bueno con la música, es para fomentar, no la reducción de los movimientos involuntarios, pero sí la coordinación y la psicomotricidad por medio de canciones, que normalmente son canciones elegidas por los pacientes. Lo bueno que tiene la música es que puedes trabajar con canciones que son importantes para el paciente». También «funciona muy bien la musicoterapia cuando hay radioterapia o quimioterapia, in situ, poniendo unos cascos y poniendo una música que les pueda relajar y que no les haga pensar en lo negativo que tienen con la enfermedad. E intentar hacer visualizaciones de como esa quimioterapia está matando a esos tumores. Entonces, la música tiene unos efectos positivos muy buenos».

Pero no son solo en estas patologías, sino que «en adolescentes funciona muy bien con problemas de conducta. Funciona muy bien en grupos de riesgo alto de exclusión social o con problemática conductual la música muchas veces amansa, poner música que ellos quieran, que puedan dar voces o permitirles un baile libre, que puedan descargar esa ira de manera controlada y en un contexto controlado, creando canciones con ellos, fomentar ese movimiento creativo y espontáneo hace que te focalizas ahí». Y también para «personas con baja autoestima o para trabajar la prevención por ejemplo con conductas adictivas, si consigues reducir un poco la adicción al móvil o a videojuegos y que se enganchen a componer».