Sacar un 9,91 en la EBAU a base de "trabajo diario" es posible

Mayte Rodríguez
-

Diego González Lozano, alumno del IES Jorge Santayana, ha obtenido la nota más alta de Ávila, que le permitirá cursar el doble grado en Matemáticas e Informática al que él aspiraba

Sacar un 9,91 en la EBAU a base de "trabajo diario" es posible - Foto: Isabel García

Diego González Lozano siempre fue un alumno brillante, tanto que cuando acabó los estudios de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en el instituto de Piedrahíta, donde vive su familia, decidió trasladarse a Ávila para matricularse en el Bachillerato Internacional que sólo imparte el IES Jorge Santayana, en cuyas aulas volvió a destacar, incluso fuera de ellas porque ha representado al centro en certámenes como el concurso nacional Canguro Matemático, en el que logró el tercer puesto. También presentó un proyecto a los Premios de Investigación en ESO, Bachillerato y FP que resultó finalista bajo el título '¿Se pueden usar las matemáticas para predecir la conducta humana?', por citar solo algunos de sus méritos. El más reciente, sin embargo, es haber obtenido un 9,91 de nota media en la convocatoria de junio de Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU), lo que le convierte en el alumno con mejor calificación de  la provincia de Ávila -de entre los 622 estudiantes que se presentaron- y el segundo con una nota más elevada de todo el distrito de la Universidad de Salamanca, que comprende las provincias de Ávila, Zamora y Salamanca, en el que concurrieron a las pruebas un total de 2.664 alumnos.

«Contento», pero también desde la humildad de quien ha trabajado duro para sacar un 9,94 de media en el Bachillerato, Diego confiesa que los exámenes de la EBAU le salieron muy bien, pero que no esperaba que su nota fuera tan alta. Eso sí, admite  que lo llevaba «muy bien preparado» precisamente porque para poder matricularse en la carrera que quiere cursar, un doble grado universitario en Matemáticas e Ingeniería Informática, el acceso es muy exigente. No en vano, él sabía que «necesitaba más de un 13,5» de nota media entre el Bachillerato y la EBAU. Las universidades más próximas en las que se imparte esa titulación están la Autónoma de Madrid y la Universidad de Valladolid, así es que lo más probable es que nuestro protagonista de hoy se matricule en la primera y logre su objetivo. 

Su talento con las matemáticas es indiscutible, pero él lo ha sabido acompañar de otros elementos igual de válidos o incluso más a la hora de tener éxito: «El trabajo diario», subraya Diego González Lozano, «porque aunque te den un mes para preparar la EBAU, todo lo que lleves hecho del curso adelanta muchísimo y ya es más bien repasar y no aprender cosas nuevas, eso lo facilita todo», asegura. También ha sabido aplicar la receta que le dio una profesora del IES Jorge Santayana: «Organizarse los horarios de estudio y cumplirlos, y si te tienes que quedarte un día un rato más para cumplirlo, hacerlo», destaca. Él admite que «cuesta» llevar a la práctica estas claves, pero está convencido de que «si lo vas practicando durante el curso, al final sale». A él le ha salido redondo. 

Estos días Diego está procurando descansar, aunque reconoce que se le hace «raro». Acostumbrado a dedicar muchas horas al estudio, al trabajo académico y al de investigación -esto último propiciado por el Bachillerato Internacional-,  tener tanto tiempo libre es una extraña sensación sobre todo después de un «curso como es segundo de Bachillerato, que es duro para todos los alumnos», apunta. Estudiantes como él, brillantes, trabajadores y disciplinados, merecen un largo y provechoso verano. Diego se lo ha ganado. Ya vendrá septiembre con nuevas obligaciones.