La Red de Conjuntos Históricos renueva su Junta Directiva

P.R.
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El alcalde de Arévalo, Vidal Galicia, entra a formar parte de la Junta Directiva como segundo vocal de este órgano ejecutivo

Alcaldes de la red a las puertas del Ayuntamiento de Medina de Rioseco - Foto: RCH

La Red de Conjuntos Históricos de Castilla y León (de la que forman parte Arévalo, Madrigal de las Altas Torres y Pedro Bernardo)  celebró hace unos días en el Ayuntamiento de Medina de Rioseco junta general extraordinaria en la que se renovó la junta directiva de la asociación. Esta nueva junta estará formada por David Esteban Rodríguez, alcalde de Medina de Rioseco (Valladolid), com o presidente. La vicepresidente 1º será Silvia Quintana Rosales, teniente de alcalde de Frías (Burgos), mientras que el vicepresidente 2º será  Guzmán Gómez Alonso, alcalde de Medina del Campo (Valladolid)

El secretario será Marcos Iglesias Caridad, alcalde de Ciudad Rodrigo (Salamanca) y la tesorera, Paula Conde Huerta, alcaldesa de Sahagún (León). 

Como vocales figuran los siguientes miembros:

•   1º Vocal: Isaac Angulo Gutiérrez, alcalde de Medina de Pomar (Burgos)

• 2º Vocal: Vidal Galicia Jaramillo, alcalde de Arévalo (Ávila)

• 3º Vocal: Amparo Gutiérrez Calzada, concejala de Dueñas (Palencia)

• 4º Vocal: Anderson Batista Rojas, alcalde de Villafranca del Bierzo (León)

• 5º Vocal: Francisco Rodríguez San José, alcalde de Urueña (Valladolid)

• 6º Vocal: Rafael González Franco, alcalde de Toro (Zamora)

• 7º Vocal: Pedro Guerra Rodríguez, alcalde de Valderas (León)

• 8º Vocal: Jesús Briones Ontoria, alcalde de Gumiel de Izán (Burgos)

• 9º Vocal: José Luis Gil Marcos, alcalde de Ampudia (Palencia)

Tras la junta general extraordinaria se celebró otra ordinaria en la que se aprobaron las actividades para 2024, entre las que destaca la ruta de visitas guiadas por los pueblos de la Red, el II Concurso de Fotografía Asómate a Nuestra Vida, el pasaporte turístico o la edición de un folleto de promoción turística de los municipios de la Red.

También se dio luz verde a la entrada de Grajal de Campos, Lerma, Almanza, Valderas, Bembibre y Ledesma como nuevos socios de la Red de Conjuntos Históricos de Castilla y León. En total son ya 46 los municipios de la región con la declaración de Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico que pertenecen a la asociación. 

Además de Arévalo por la provincia de Ávila también están integradas en esta Red las localidades de Madrigal de las Altas Torres y Pedro Bernardo.

46 municipios. La Red de Conjuntos Históricos de Castilla y León surge con el deseo de establecer lazos de cooperación y desarrollo, en todos los ámbitos posibles, entre las localidades que se adhieran a la asociación.

En la actualidad, ya cuenta como socios a los 46 Ayuntamientos de las localidad castellanoleonesas de Pedro Bernardo, Arévalo y Madrigal de las Altas Torres (Ávila); Frías, Oña, Vadocondes, Briviesca, Gumil de Izán y Medina de Pomar (Burgos);Villafranca del Bierzo, Astorga y Sahagún (León); Ampudia, Dueñas, Becerril de Campos, Fuentes de Nava y Támara de Campos (Palencia); Alba de Tormes, Ciudad Rodrigo, Peñaranda de Bracamonte y Mogarraz (Salamanca); Real Sitio de San Ildefonso (Segovia); Berlanga de Duero, Yanguas; Langa de Duero y Ágreda (Soria), Medina de Rioseco, Medina del Campo, Urueña, Peñafiel, Rueda, Simancas, Tordesillas y Montealegre de Campos (Valladolid); y Villardeciervos, Toro, Alcañices y Puebla de Sanabria (Zamora). Además, hay que sumar las nuevas incorporaciones, los municipios de Grajal de Campos, Lerma, Almanza, Valderas, Bembibre y Ledesma

El primer encuentro de Conjuntos Históricos tuvo lugar en Medina de Rioseco en octubre del año 2016. En esta primera reunión se acordó la llamada Declaración de Medina, en la que se menciona que «Los conjuntos históricos constituyen un grupo de bienes de alto valor patrimonial en nuestra Comunidad, que la caracterizan como territorio histórico de muy notable valor cultural en el contexto circundante. Estos conjuntos y los elementos que los caracterizan y componen, constituyen un testimonio vivo y excelente de la evolución de nuestra sociedad y de las formas de vida legadas por innumerables generaciones precedentes, y por ello adquieren también un elevado valor social e identitario».