Las fiestas de la Santísima Trinidad concluyeron este domingo en el barrio de Las Vacas después de cuatro días de actividades en las que, como es habitual, tuvieron un  protagonismo destacado los integrantes de la peña de Los Mozos de las Vacas en su vertiente más lúdica. Precisamente, fueron los miembros que más recientemente se han incorporado a ella quienes tuvieron el honor de sacar a hombros a la venerada imagen de la ermita de Las Vacas, una vez que concluyó la misa solemne, que estuvo presidida por el párroco de San Pedro, Óscar Robledo. 

Al filo de las once de la mañana cruzaba el umbral de su ermita Nuestra Señora de las Vacas mientras sonaba el himno nacional interpretado por a Banda de Música de El Escorial y los inconfundibles y sonoros petardos festejaban la llegada de la imagen a la plaza que lleva su nombre, engalanada para la ocasión con cadenetas multicolores y el tradicional arco enramado que atravesó la virgen en el inicio de su recorrido por la barriada. Justo antes de iniciarse la procesión, el grupo de dulzaina Filigranas interpretó por primera vez ante la imagen el pasodoble que sus músicos han compuesto expresamente a la Virgen de las Vacas, que fue aplaudido por los asistentes. 

Vestidos con sus mejores galas y luciendo al cuello la medalla de la Cofradía de Las Vacas, fueron numerosos los asistentes que acompañaron a la venerada imagen en su recorrido por el barrio, que incluyó las tradicionales paradas en los patios, en los que como es tradición se habían instalado altares para la ocasión.

Al finalizar la procesión tuvo lugar la subasta de regalos cedidos por empresas y casas comerciales, a la que siguió la comida de hermandad para patronos y vecinos del barrio de Las Vacas, que dijo adiós a las fiestas de la Santísima Trinidad con una discoteca móvil ya por la noche.