La entrada a la ciudad de Ávila desde la carretera de Salamanca, en esa en la que destaca la presencia de los Cuatro Postes y las imponentes vistas del Lienzo Norte de la Muralla, luce desde este martes un nuevo adorno. Quizá no sea tan antiguo como los históricos monumentos abulenses citados, pero roza ya la centena de años. Y luce más brillante que nunca, si cabe.

Hablamos de la apisonadora del año 1930 que gracias al trabajo conjunto de Ayuntamiento de Ávila, Junta de Castilla y León y Gobierno de España ha encontrado una nueva vida en la rotonda que une la N-110 y la AV-110.

Representando a las tres administraciones públicas, acudieron a la rotonda en la que ya descansa la imponente máquina el alcalde de la ciudad, Jesús Manuel Sánchez Cabrera; el delegado de la Junta, José Francisco Hernández Herrero; y el subdelegado del Gobierno en Ávila, Arturo Barral.

En homenaje a la familia de la carretera - Foto: David CastroY si en algo coincidieron los tres fue en destacar lo que la instalación de la máquina apisonadora tienen de homenaje a varias generaciones de trabajadores de la gran familia de la carretera.

Así lo destacó en primer lugar el alcalde de la ciudad, que aclaró que la maquina, propiedad de la Junta de Castilla y León, está ahora colocada en una rotonda de titularidad estatal.Antes lo estuvo en un solar ubicado en la confluencia de la avenida de Juan Carlos Iy la calle Ciudad de Cáceres. 

Una vez enajenado ese solar, la apisonadora fue trasladada al Centro de Conservación de Carreteras que la Junta tienen en Navalmoral de la Sierra donde ha sido custodiada y restaurada para que ahora luzca brillante.

Negro y rojo son los colores principales de una apisonadora que como explicó por su parte el delegado de la Junta comenzó a trabajar en los años 30 compactando caminos: los antecedentes de las actuales carreteras, como las que confluyen en la rotonda en la que ahora descansa. «Su colocación aquí es un homenaje a los conductores, a los fogoneros...», se unió Hernández Herrero al homenaje que ayer se rendía a todo un colectivo. Y explicó también que fue en los años 60 cuando la máquina fue modernizada con un motor convencional, de diésel.

«La máquina está impecable», destacó Sánchez Cabrera, que alabó también el lugar elegido para su colocación, «con vistas maravillosas a la ciudad».

Por su parte, el subdelegado del Gobierno destacó como «la máquina representa el trabajo de muchas personas» que con su esfuerzo han conseguido a lo largo de los años que Ávila cuente con la actual red de carreteras. Y habló también de cómo su instalación en la rotonda ya mencionada es un claro ejemplo de «colaboración» entre varias administraciones públicas.

«Se trata de un elemento arquitectónico más que ha sido recuperado para el disfrute de todos», concluyó Barral.