Los jardines de las viviendas 'Gloria Fuertes' eran una fiesta. Las familias disfrutaban de una cálida tarde de risas y diversión con las actividades que Autismo Ávila había propuesto por el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, con un cuentacuentos infantil y un teatro 'pirata'.

Era justo disfrutar de la fiesta pero en el acto no se quería olvidar la parte de reivindicación que llega por la campaña de sensibilización 'Llamémoslo por su nombre', con la que se pretende visibilizar y concienciar sobre aspectos esenciales de las personas autistas y sus familias. Se trata de la variabilidad dentro del espectro del autismo, la singularidad y la especificidad y el sentido de pertenencia.

Estas ideas fueron también transmitidas en la lectura de un manifiesto que tuvo lugar antes del inicio del teatro y que llegó a través de las voces de Javier, Eric e Iván. Ellos representaban a una asociación que cuenta con 120 usuarios y familiares y 45 trabajadores, que son ejemplo de calidad y calidez humana.

En el comunicado se recordó que se estima que alrededor de una de cada cien personas están dentro del espectro del autismo, una condición que afecta a la forma de pensar y comportarse, a la comunicación y a la interacción con los demás, aunque cada persona con autismo es muy diferente, todas comparten una realidad común, las múltiples barreras a las que enfrentarse a lo largo de la vida. De ahí la importancia de hacer una campaña de sensibilización, para construir entre todos una sociedad más inclusiva para las personas con autismo.

Ellos alzan la voz para reivindicar la participación de las personas con autismo en la sociedad, buscando la comprensión y el apoyo necesarios para lograr un verdadero cambio social hacia la inclusión.

En el comunicado se habló de aspectos esenciales para promover la tolerancia y respecto, derribando mitos y falsas creencias. En este sentido se reivindicó comprender el autismo y su diversidad para fomentar la inclusión y acceso a los apoyos adecuados, ser aceptados y valorados. «Comprender el autismo significa luchar activamente contra los prejuicios y la discriminación que experimentamos en todas las esferas de la vida y garantizar que no se seamos objeto de vulneraciones, trato injusto e incluso violencia», aseguraron.

Se abogó por el acceso al diagnóstico, la educación, los apoyos e intervenciones, la participación activa en la comunidad, el acceso al empleo y la vida independiente.

«Las personas con autismo y nuestras familias hemos sufrido históricamente rechazo, exclusión y discriminación por nuestra condición, una situación que con el paso del tiempo ha ido mejorando aunque queda mucho por hacer», decía el manifiesto, y por eso quisieron poner en valor los derechos de las personas con autismo y sus familias.

«Somos personas valiosas y podemos tomar nuestras propias decisiones», insistieron, aunque para ello necesiten apoyo. «No podemos ser excluidas, marginadas o agredidas por nuestra condición», siguieron.

Recordaron su derecho a «que los bienes y servicios sean accesibles y a contribuir a la formulación de políticas que avancen en nuestra participación como ciudadanos de pleno derecho» y dijeron que no hay dos personas con autismo iguales, cada una tiene sus intereses, capacidades y necesidades, «aunque compartamos un mismo diagnóstico». Ellos tienen, «habilidades y capacidades únicas» y no hay que olvidarlo.