Encuadrada en la XVIII Feria de Ganado Selecto y Agroalimentaria, tuvo lugar el viernes día 12, en el Espacio Cultural de El Barco de Ávila, una conferencia titulada 'V Centenario de la Concordia de Peña Merendera (1523-2023) Organización de la Villa de El Barco de Ávila en su Tierra: el caso del Aravalle'. Fue impartida por el historiador y escritor Ángel Sánchez Redondo, miembro de la Institución Gran Duque de Alba, y despertó un gran interés en los asistentes al acto, que disfrutaron de su disertación ampliamente documentada.
La charla fue presentada por la alcaldesa de El Barco de Ávila, Pilar Araoz, que realizó una breve semblanza del conferenciante, recordando que nació en el cercano pueblo de Santiago de Aravalle y que ha dedicado su vida a la docencia, teniendo en su haber varios libros y artículos en revistas especializadas.
En una tierra eminentemente ganadera como la comarca barcense, todo lo que tiene que ver con la ganadería es de una importancia primordial. Y es que esta zona, desde los lejanos tiempos de la repoblación bajomedieval, ha vivido de sus rebaños de ovejas y cabras, y de las vacas, y en menor medida de una agricultura de subsistencia. El profesor Ángel Sánchez puso de relieve esta importancia, precisamente dentro de la histórica Feria de Octubre, explicando al público asistente la antigua ordenación de la Villa y Tierra de El Barco de Ávila, que se encargaba de organizar el territorio con sus sierras, prados y montes, para que los vecinos de todos los pueblos que formaban parte de esta Villa y Tierra tuvieran pastos para sus ganados. Y eso implicaba también la defensa de ese término.
Un caso significativo, según explicó el ponente, es el precioso valle del Aravalle, perteneciente en su mayor parte, desde la Edad Media, al Ducado de Alba y a su vez a la Villa y Tierra de El Barco, salvo una parte que pertenecía al Ducado de Béjar, Villa y Tierra de Béjar. Y evidentemente, las disputas por el territorio entre ambas casas vecinas eran bastante habituales, ya que unos metros más o menos de terreno podían significar mucho para los habitantes y ganaderos de la zona.
Para evitar mayores conflictos se firmaron convenios para fijar las lindes. Una de estas concordias, quizá la más importante, fue la que se firmó hace 500 años a los pies del emblemático 'canchal de Peña Merendera', donde se reunió gran cantidad de gentes de las tierras de Béjar y de El Barco y las máximas autoridades de ambas villas para dar cumplida fe de que los límites se respetarían por ambas partes y para fijar por medio de cruces grabadas en piedra esos mismos límites.
Como se daba la circunstancia de que el sábado 7 de octubre se cumplían los 500 años de la firma de dicha Concordia, el profesor Ángel Sánchez trató de propiciar de alguna manera la celebración de dicha efeméride. Trasladada su inquietud a los ayuntamientos implicados, estos mostraron su interés y consideraron la idea de poner una placa recordando este acontecimiento y para ello, se hizo una marcha saliendo de Santiago de Aravalle y de Solana de Ávila, que confluyó en el paraje donde se asienta dicha Peña Merendera, donde se reunieron unas 40 personas.
Concejales del ayuntamiento de El Barco de Ávila, de Solana de Ávila y el alcalde de Puerto Castilla estuvieron presentes en el acto, mientras el mismo Ángel Sánchez explicó el sentido de la celebración y leyó una transcripción del documento que se redactó hace 500 años en aquel lugar y momento, en que se fijaron sobre piedra los límites entre los términos de la Villa y Tierra de Béjar y los de la Villa y Tierra de El Barco, que además correspondían a los del pueblo de Solana de Béjar (hoy Solana de Ávila) y los del pueblo de Santiago de Aravalle, (hoy perteneciente al municipio de Puerto Castilla).