"La IA supone una revolución mayor que la industrial"

E.Carretero
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Director de Operaciones y Estrategia en PredictLand, Andrés Visús cuenta con formación en Inteligencia Artificial y Transformación Digital por el Massachusetts Institute of Technology (MIT), materia en la que recientemente formó a jóvenes talentos

"La IA supone una revolución mayor que la industrial"

El director de Desarrollo de Negocio de Inteligencia Artificial de PredictLand, consultora especializada en Inteligencia Artificial donde desarrollan soluciones de Machine Learning para diferentes industrias y áreas de negocio, pasó hace unos días por Ávila. Lo hizo para participar en el campus que Naturgy y la Fundación Princesa de Girona desarrollaron en El Tiemblo y en el que participaron una veintena de jóvenes talentos. Antes de ponerse al frente de PredictLand, Visús trabajó durante varios años para la multinacional tecnológica Apple en diversos puestos de liderazgo y desarrollo de negocio, con lo que la Inteligencia Artificial de la que ahora tanto se habla es para él una vieja conocida ya.

¿Qué es la Inteligencia Artificial, porque yo creo que aún hay mucho desconocimiento?

Es un software, una tecnología, detrás del cual hay muchísima matemática y muchísima estadística. La  IA lo que hace es aprender de los datos patrones y correlaciones que encuentra entre esos datos y una vez que ha aprendido es capaz de predecir cuál va a ser el siguiente dato, interpretar texto o clasificar datos, entre otros. En resumen, es un software que aprende de los datos para luego ser capaz de reproducir resultados. 

La IA es una realidad y está presente en nuestro día a día en muchas cosas. ¿En qué campos está más desarrollada? 

Desgraciadamente ahora está muy de moda por los Deep Fakes y Chat GPT, pero esos usos suponen menos del uno por ciento de lo que se utiliza la IA actualmente en la sociedad, y en las empresas básicamente. 

Por ejemplo, en PredictLand, que abordamos todo tipo de actividades y sectores, la IA se utiliza fundamentalmente en el ámbito de la salud. Nosotros hemos hecho proyectos relacionados con PCRs que permiten interpretar positivos o negativos en un tiempo mucho más corto que el que normalmente le lleva ese análisis a una persona. También hemos trabajado en el ámbito sanitario con IA para llevar a cabo proyectos que permitan predecir una enfermedad. También se utiliza mucho en la industria, muchísimo, para anticipar defectos de fabricación, optimizar consumos energéticos o consumos de residuos, por ejemplo. 

También en la educación y en la industria de consumo se está utilizando IA para recomendar. Por ejemplo, detrás de los contenidos que te recomienda Netflix hay IA que está encontrando los patrones de las películas y series que tú ves y en función de eso realiza las recomendaciones que te aparecen. 

También se utiliza mucho en previsión de ventas porque la IA es capaz de analizar miles de variables que una persona sería incapaz de analizar. La IA es capaz de analizar todas esas correlaciones y de ver qué si pasa y que si ocurre x, las ventas van a subir, y si pasa otra cosa, van a bajar.  

¿Se exagera la capacidad de la IA cuando se afirma que es una revolución similar a la industrial?

Desde mi punto de vista la revolución es mucho mayor que la industrial por la velocidad a la que va la implantación de la IA. Para desarrollar esta tecnología hacen falta tres cosas:conocimientos matemáticos y estadísticos; datos, que ahora hay muchísimos, y capacidad de cómputo con ordenadores potentes que sean capaces de analizar todos esos datos. El teléfono que cualquiera de nosotros tenemos hoy en la mano es mucho más potente que los ordenadores gracias a los que el hombre fue a la Luna.  

También se ha demonizado, sobre todo por el miedo a que suplante muchos puestos de trabajo.

Es cierto que existe ese miedo a que desaparezcan puestos de trabajo pero es que no nos acordamos de que antes de que existieran los coches había herreros, y ya no hay. Es una tecnología que requiere adaptarse a ella y tendrá un gran impacto en tareas repetitivas y de poco valor añadido. Sí es posible que elimine esos puestos de trabajo, pero tiene gran potencial en tareas muy complejas para la persona, y ahí no va a sustituir  al trabajador pero le va a dar información que esa persona difícilmente era capaz de interpretar para que luego la persona de verdad tome la decisión. Por ejemplo, la IA ayudará a predecir el cáncer de mama, pero será el médico, en función de esa información adicional, el que tenga que tomar la decisión. 

Más que un enemigo, la IA es un aliado, una herramienta que ayuda a hacer mejor nuestro trabajo. 

A la vez que puede que desaparezcan ciertos trabajos, la IA también  favorecerá la aparición de nuevas profesiones. No sé hasta qué punto esto también llevará a replantear un cambio educativo por un modelo que dé más importancia a capacidades tan humanas como la imaginación, el arte, la empatía, la filosofía...

Esta tecnología requiere que exista una educación por parte de los consumidores. Hay que educar a las personas a que se cuestionen todo lo que están viendo, que no den nada por válido y desgraciadamente ahora la gente joven ve algo en Instagram y se lo cree. Hay que educar a la gente porque la IA es tan lista como de lo que ha aprendido y como la persona que la ha creado. Hay que empezar a educar a la sociedad de cómo sacar provecho de esta tecnología. 

El miedo a perder el trabajo responde en gran parte a que la gente no conoce qué es lo que hace la IA y sus limitaciones, porque esto no es magia, es ciencia. Hay que reeducar a los trabajadores para que sepan como pueden utilizar esta tecnología en su actividad. No tienes que temer a ello pero tienes que conocer las limitaciones y potencial. Los puestos de trabajo van a requerir conocimientos y habilidades nuevas para ser capaces de sacar al máximo esta tecnología

¿Llegaremos a depender en exclusiva de la IA? ¿Estará en todo lo que nos rodea? Y, si esto es así, ¿no nos hará muy vulnerables?

Estará en todos esos sitios que están  digitalizados. Si hay datos, como en un restaurante, estará sujeto a que se pueda aplicar alguna solución de IA usando esos datos. No soy apocalíptico porque al final es la persona la que decide. El médico siempre tomará la última edición ante un diagnóstico que tiene un impacto relevante. Si dejamos que la IA tome decisiones sin ningún tipo de supervisión, nos podemos ir al garete. Esto se usa especialmente el ámbito de la empresa, donde lo último que se quiere es perder dinero o reputación, sino todo lo contrario: ofrecer un mejor servicio.  

¿Qué no podrá hacer nunca la IA?

Tener empatía. Una de las cosas que nos diferencia a los humanos es la empatía, que está basada en tus experiencias, creencias, vivencias, que evolucionan conforme a las experiencias. Y la inteligencia civil, no deja de ser datos. La IA difícilmente podrá ser capaz de analizar e interpretar para ser capaz de reaccionar como una persona.