Las farmacias siguen con el 'mal' del desabastecimiento

B.M
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Se produce la «tormenta perfecta», dice la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Ávila, con la centralización de laboratorios, la Guerra de Ucrania y la política de precios

Las farmacias siguen con el ‘mal’ del desabastecimiento - Foto: David Castro

El desabastecimiento de ciertos medicamentos en las farmacias va camino de convertirse en un 'mal' difícil de resolver y que hace que sea difícil acceder a determinadas medicinas, haya que hablar con los médicos desde las farmacias o incluso buscar alternativas.

Esto se provoca, dice la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Ávila, Inés Barco, porque estamos ante una «tormenta perfecta» que se crea por la centralización de los laboratorios, la Guerra de Ucrania y la política de precios.

«Cada día hay más desabastecimiento», dice la representantes de los farmacéuticos, pero no es algo que se esté viviendo solo en Ávila sino que es generalizado, «a todo el mundo a nivel nacional». Y lo peor, es «que para algunos hay alternativas pero para otros no».

Actualmente habla de ciertos medicamentos como sucede con Kreon, una situación que ya lleva años. Se trata de un medicamento para una amilasa pancreática, una enfermedad hepática porque no se produce y donde «no hay alternativa». Está muy limitado y difícil de encontrar por lo que hay «que 'jugar' con las dosis con el especialista» o enfrentarse a un peregrinaje.

Actualmente hay otro medicamento con problema de abastecimiento, como sucede con Tobrex, un colirio que contiene un antibiótico que actúa frente a los microorganismos que causan infecciones bacterianas en la superficie de los ojos. «Lo que hacemos es que, como hay alternativas, intentamos facilitarlas, hablar con el médico», dice, pero también reconoce que no siempre es posible, sobre todo por alergias a antibióticos. Es decir, puede haber otras opciones «pero no un sustituto igual». Pero no son solo esos dos casos, sino que se refiere a otros como Ozempic, en todas sus presentaciones. Se trata de un medicamento para pacientes de diabetes tipo 2 pero también sirve para adelgazar, de ahí la mayor problemática. Se trata de un medicamento biológico, explica, que solo se produce en un laboratorio y además está la cuestión del precio, que si aquí es de 138 euros, en Estados Unidos sube a 600, por lo que se abastece antes.

Problemas hay también con el conocido Primperan o Sumial, un metabloqueante para arritmia. Sucede igual con un jarabe (fluidasa) o el Efferalgan, un paracetamol efervescente, con el que hay problemas «constantes. Un día te viene una caja, otro tres... o está días sin venir». En realidad, dice, ha problemas con todos los paracetamoles efervescentes, y también para alguno medicamento de congestión o catarro.

Reconoce que en algunos casos se ha tenido que «cambiar los tratamientos», pero en casos como el Kreon «no hay alternativa, es más grave, no hay opción más». En otros casos, como en Ozempic, se está contando con nuevas opciones en cuanto a la presentación, gracias a los comprimidos, por lo que es una «cuestión de precios».

También ha habido problemas con otros medicamentos como la amoxicilina infantil pero en este caso sí que ha habido alternativas con una adaptación de sobres o fórmulas magistrales porque lo que faltaba era «una presentación».

los motivos. Desde la Guerra de Ucrania «todo ha ido cuesta abajo», relata Inés Barco, pero no es el único problema que hay para el abastecimiento de medicinas a las farmacias.

Un primer punto es el proceso de centralización que se está haciendo en la fabricación «por política de precios». Es decir, todo se hace en una fábrica y si tiene un problema, si hay una revisión o un control de calidad se puede parar la fabricación uno o dos días y «no lo hace nadie más».

La mayoría de la fabricación, explica, se hace entre la India y China y la Guerra de Ucrania está agravando el problema de los transportes. El transporte suele hacerse por mar en contenedores y ahí se encuentran los problemas.

Además en el mercado español se ha creado «una tormenta perfecta» por la «política de precios muy bajos», por lo que no es el «mejor mercado» para colocar los productos, aquí y en otros lugares como Portugal por tener son más bajos. Así que somos «los últimos en recibir», por temas de rentabilidad y la preferencia de venderlos en otros lugares.

Como parte de la forma de enfrentarse a toda esta solución, desde el Colegio de Farmacéuticos de Ávila se habla de dos alternativas. 

Por un lado está una herramienta del Consejo General para introducir cuando hay un problema de suministro, de modo que llega al Ministerio de Sanidad en tiempo real la falta, al día, cuando los laboratorios pueden tardar en comunicar. En este caso se puede dar a conocer cuando hay un desabastecimiento generalizado pero también cuando hay un problema de suministro (aunque no sea desabastecimiento) porque de un medicamento «a unos le pueden llegar dos y a otros 98» y, con estos datos, se puede hacer una estadística con el porcentaje de las farmacias que no lo tienen.

De forma más práctica, la mayoría de las farmacias de Ávila están dentro de 'Farmahelp', una herramienta en la que se puede entrar y saber donde hay una medicina concreta. Es decir, si viene un paciente a pedir un medicamento y no lo tiene esa farmacia concreta, se puede entrar y ver en qué otra farmacia de Ávila está disponible, de modo que el paciente no tiene que hacer «un peregrinaje» sino ir directamente a donde está e incluso pidiendo que se guarde para que vaya el paciente.