«La mística está en la esencia de la poesía»

D. Casillas
-

El poeta Fermín Herrero participó en el Aula de Poesía Juan de la Cruz, «foro con un nombre tan grande que uno puede sentirse en él sólo como un impostor», compartiendo con el público un puñado de sus excelentes versos

«La mística está en la esencia de la poesía» - Foto: Isabel García

La Casa de la Poesía Juan de la Cruz de la Universidad de la Mística recibió, en su habitual cita de los últimos martes de mes, al poeta soriano Fermín Herrero, un hacedor de versos sobresaliente no tanto por la cantidad de su producción como por su calidad (ha ganado premios como el Gerardo Diego, el Hiperión, el Ciudad de Salamanca, el Jaime Gil de Biedma y el de la Crítica de poesía castellana) que regresaba a esta ciudad a la que no había vuelto a visitar «desde que murieron José Jiménez Lozano y Jacinto Herrero», dos poetas abulenses a los que reconoce admirar mucho.

Parco en palabras como suele ser, aunque las que elige son tan generosas en significado que no necesita de más, mostró su satisfacción por haber sido invitado a un encuentro poético «de nombre tan grande», ya que «para un poeta hablar de Juan de la Cruz son palabras mayores, y por eso me da un poco vergüenza estar aquí, porque en un aula con su nombre uno puede sentirse solo como un impostor; bueno, impostor en cualquier sitio donde se celebre la poesía, pero aquí especialmente».

Lo que ofreció Fermín Herrero en este encuentro poético fue el regalo de «una panorámica de lo que he escrito, intentando no aburrir demasiado», una «lectura general» en la que cupo algún poema relacionado con santa Teresa y con san Juan, y también procuro leer también algún poema inédito porque creo que da buena suerte, un poco por superstición.

El criterio para la elección de los poemas fue comenzar con alguno «indicativo de mi manera de escribir y, sobre todo, de ver la poesía, lo que técnicamente se llama una poética», para continuar con otros que abordan otras temáticas que son habituales en su labor creativa, entre ellos sobre la naturaleza y también alguno «en el que dialogo de alguna manera con san Juan y con santa Teresa, vamos que parto un poco de algún verso suyo o, en el caso de ella, de alguna expresión de sus cartas».

Manifestó Fermín Herrero que «yo no he escrito poemas místicos porque a mí la mística me da mucho respeto, primero porque me excede y luego porque he visto casos como el de Jiménez Lozano, que conocían la mística de primera mano, no ya académicamente sino a fondo, y admiro su capacidad de conexión con ese tema, el respeto que le tenía y cómo se acercaba con maestría a san Juan de la Cruz, escribió El mudejarillo para 'allanarlo', y a santa Teresa, a la que dedicó Precauciones con Teresa».

Y aunque, insistió, «yo no he escrito poesía mística», sí reconoció que toda buena poesía tiene algo de ella cuando alcanza profundidad y trascendencia, porque «creo que la mística está en la raíz de la poesía en sí, y aunque sean muy relevantes san Juan y santa Teresa para mí son igualmente importantes el maestro Eckhart o fray Luis de Granada; no por la parte religiosa, que eso es al margen, sino porque literariamente la mística está en la esencia de la poesía, que tiene que ser sencilla pero intentar al mismo tiempo ser trascendente».