La Universidad Católica de Ávila ha recibido durante estos días la visita de una delegación de miembros de la Universidad Católica de Santo Toribio de Mogrovejo, de Perú, encabezada por su rectora, Patricia Julia Campos Olazábal. Esta doctora en Medicina y especialista en Neurología Pediátrica ha podido conocer por fin en persona a su «amiga», su homóloga abulense y 'engrasar' el convenio de colaboración que mantienen ambos centros. Sobre este aspecto y otros más relativos al ámbito universitario charlamos con ella.  

¿Cuál es la relación que tiene su universidad con la UCAV, más allá de su espíritu religioso, del que hablaremos más adelante?

Tenemos un convenio de colaboración internacional para investigación y para movilidad de estudiantes y docentes. Es un convenio relativamente reciente, pero somos amigos de la rectora desde hace muchos años. Y por el hecho de ser universidades católicas decidimos hacer un acercamiento mayor. Sobre todo porque tenemos una misma axiología para poder hacer trabajos de investigación en temas importantes en estos momentos como son educación y salud. 

¿Y qué proyectos son esos?

Justo en este momento estamos en una reunión con el decano de Ciencias y Artes con el que tenemos un trabajo conjunto sobre características de nuestros estudiantes en lo que respecta a modos de aprendizaje, a TICs y a consideraciones sobre cómo se enseñó durante la pandemia. Es un trabajo que se está haciendo interdisciplinario en ambas universidades. Queremos sacar tres artículos a partir de una data de más de mil estudiantes.

¿Cuántos alumnos peruanos hay estudiando en la actualidad en la UCAV?

En este momento tenemos de intercambio dos alumnas de Derecho. Y hace dos meses tuvimos una visita de una doctora de Derecho de aquí que fue a dictar Derecho Natural para nuestros alumnos. Y en el verano nuestro, que sería en febrero, vendrá una docente de Derecho para Derecho Constitucional.

Estos días ha podido conocer la UCAV. Nos comentaba que ya tenían muy buena relación con la rectora. ¿Qué sensaciones le han transmitido la universidad y la ciudad?

Es todo muy bonito. Es una ciudad con mucho encanto y mucha historia. Ayer (por el lunes) hicimos un recorrido rápido y vimos a ver donde nació Santa Teresa. Visitamos San Vicente...

Y hoy hemos visitado el campus de la avenida de la Inmaculada. Yo le decía a la vicerrectora que es el corazón de la universidad. Porque tienen como 50 personas  trabajando en la parte informática y yo tengo 20 y tengo casi el doble de alumnos. Tenemos 11.000 alumnos.

En ese sentido, no se pueden comparar ambas universidades, claro. Pero, ¿qué parecidos y qué diferencias más encuentra entre ambos centros?

Primero, tenemos el mismo tiempo de fundación: nosotros cumplimos este año 25 años y ellos los cumplieron el año pasado. Somos jóvenes las dos. Las dos somos de formación católica y las dos tenemos carreras muy parecidas. Pero nosotros tenemos además más carreras de salud.Tenemos Medicina y Odontología. Y aquí la UCAV tiene Enfermería, Nutrición, Fisioterapia... Las dos tenemos Derecho, ingenierías. Respecto a Educación, nosotros tenemos Educación yComunicación y ellos no tienen Comunicación.

En ese sentido somos bastante parecidos. Tenemos una veta interesante en el hecho de que queremos formar a nuestros docentes. Tratamos de darles a nuestros docentes formación desde el punto de vista personal y desde el punto de vista técnico.

Pero ustedes están más desarrollados en la parte de plataformas tecnológicas. Es una universidad que tiene una experiencia muy grande a distancia. Una experiencia que nosotros recién estamos empezando a adquirir. Allí es más difícil que aquí, creo. Nosotros tenemos que licenciar programas en modalidades diferentes y no los podemos ofrecer. Todo nuestro licenciamiento es en modalidades presenciales.

Ha mencionado usted alguna titulación del ámbito sanitario. La UCAV lleva un tiempo apostando por estas titulaciones y usted las conoce mejor que nadie. ¿Cómo valora el desarrollo de estas titulaciones en ambos centros?

Lo que pasa es que la realidad sanitaria de uno y otro país es diferente. 

Nosotros, desde el punto del presupuesto gubernamental, el porcentaje que se dedica a educación ysalud es muy pequeño. Las universidades que tenemos carreras de salud tenemos que luchar muchísimo contra muchas cosas. Por ejemplo, a mi el hospital me cobra por cada interno que envío una cantidad. ¿Y de dónde voy a sacar yo ese dinero si a mí como universidad privada el Gobierno no me da ninguna subvención? Y no puedo aumentar la pensión al alumno para poder pagar. Y año tras año el hospital me sube lo que me pide por cada interno.

Nosotros tenemos Enfermería, Odontología, Psicología y Medicina. Todos van al hospital a hacer internado. Y por cada alumno, el hospital me cobra. 

En cierto sentido aquí eso es más fácil. El Gobierno aquí da un porcentaje más alto del presupuesto para salud.

Aquí la educación en salud está mucho más desarrollada. Nosotros tenemos que hacer más prevención y promoción de lo que se hace aquí.

Enfermería es desde hace muchos años una carrera profesional bien formada, bien identificada. En la universidad la mayor cantidad de doctores que tenemos es en Enfermería, ni siquiera en Medicina. Aquí sólo hay una doctora en Enfermería. Y aquí la enfermería todavía está vista como una profesión que no está al mismo nivel que un médico. 

Esas son las semejanzas y diferencias. Pero creo que tanto educación como salud en cualquier país es lo que va a ayudar a sacar el país adelante.

¿Qué opinión le merece la presencia de universidades en ciudades pequeñas, como Ávila?

La nuestra no es una ciudad pequeña, tenemos 1,2 millones de habitantes. Pero para allá es relativamente pequeña. Pero creo que la gente que vive en una localidad, por pequeña que sea, tiene que tener la oportunidad de tener estudios superiores.Hay gente que no puede emigrar a otros lugares. Nuestra universidad nació como un instituto pedagógico, y poco a poco se fue ampliando para ser una universidad. El fundador era sacerdote, médico, y tuvo esa visión para la universidad y para esa zona del país.

Y ahora hay una mujer al frente de la misma, igual que en la UCAV... Es curioso que haya dos mujeres al frente de sendas universidades católicas.

Si, y dos médicos, ja,ja. Es mucha coincidencia y es muy interesante. Porque yo como médico he trabajado en una universidad laica durante 26 años, cuando me invitaron a formar parte de la universidad católica. Hasta entonces todos los rectores habían sido hombres. Y en las universidades católicas de América latina somos 121 universidades. Y de esas, solamente somos diez rectoras mujeres. Y de esas diez, siete son religiosas. Solamente tres somos laicas. Como decana de la Facultad de Medicina nunca pensé que llegaría a ser rectora. Porque no era religiosa y porque era mujer.

Para finalizar, ¿qué le aporta al alumno formarse en una universidad católica?

Lo más importante de todo es aquello con lo cual nacemos. Nuestro fundador decía que quería que formáramos personas y buenos profesionales. Nosotros intentamos darles a los chicos valores, básicamente. Y ellos, como sociedad, lo interpretan de esa manera y son los mismos chicos los que piden entrar a la universidad porque en ella se van a formar en valores. No son los padres, son los chicos. Y cuando salen, y nosotros consultamos con los empleadores, ellos les ofrecen el trabajo porque son personas éticas, honradas, que van a honrar realmente su profesión y que no se van a vender a cualquier postor. Eso es lo que tratamos de inculcar a alumnos y a docentes.