Dos siglos de vida en San Juan del Olmo

B.M
-

El enclave de la Sierra de Ávila felicita a Socorro y Brígida, que han cumplido los cien años y son un ejemplo de lo vivido en la localidad. El Ayuntamiento recuerda sus«años de trabajo» y «experiencias»

Dos siglos de vida en San Juan del Olmo

Seguro que tras sus retinas se pueden esconder muchas imágenes compartidas. Al fin y al cabo, tienen la experiencia de llegar a los cien años de vida y hacerlo con vivencias surgidas desde una misma localidad, San Juan del Olmo.

Este enclave en la Sierra de Ávila felicita a sus dos vecinas centenarias, Socorro y Brígida, a las que el Ayuntamiento agradece sus «años de trabajo, experiencias» y la «memoria» de sus vivencias.

Socorro Morales Estirado nació en San Juan del Olmo el día 28 de marzo de 1923. Casada con Jenaro Jiménez Martín, tuvieron una hija llamada Teodora (Dori), nacida también en la localidad. Vivió en su pueblo hasta que por su edad y problemas de salud tuvo que irse a vivir con su hija. En su vida se ha dedicado a cuidar de su familia, 'sus labores' y ayudar en el campo. También tiene un nieto, David.

Dos siglos de vida en San Juan del OlmoDos siglos de vida en San Juan del OlmoBrígida Martín León nació el 9 de abril de 1923, contrajo matrimonio con Amando Domingo Jiménez el 26 de septiembre de 1953 a la edad de 30 años y fruto de este amor y de esta unión tuvieron seis hijos, María Soledad Domingo, Francisca Domingo, Ángel Domingo, Rosario Domingo, Pilar Domingo y Juan Carlos Domingo. El matrimonio trabajó codo a codo en las  tierras de San Juan del Olmo hasta el año 1975 cuando decidieron trasladarse a Madrid en búsqueda de nuevas oportunidades para sus hijos. Hasta su jubilación, Brígida continuó trabajando duro tanto fuera como dentro de casa, aportando unión y estabilidad junto a su marido en la familia.

A día de hoy Brígida se encuentra rodeada de una gran familia que siguió creciendo con el nacimiento de sus cinco nietas y con sus dos bisnietos.

Actualmente se encuentra en la Residencia Soto Fresnos en el madrileño pueblo de Soto del Real.

Estas dos mujeres han dejado su estela en San Juan del Olmo, de ahí que el propio Ayuntamiento quisiera felicitar a sus vecinas centenarias, a las que define como «gigantes a las que tanto agradecer». Y lanza una petición, que «sigamos escuchando vuestros consejos y aprendiendo de vuestra sabiduría».

«Es un privilegio poder aprender de vosotras y de nuestros mayores e intentar ser nosotros un mínimo de fuertes que vosotras», dicen desde el Ayuntamiento, que define a estas mujeres como «raíces vivas de nuestra sociedad».