La siniestralidad laboral acumula un descenso del 4,7%

Eduardo Cantalapiedra
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En el primer semestre del año se registraron en Ávila un total de 648 accidentes laborales, de ellos uno mortal y 11 graves

La siniestralidad laboral acumula un descenso del 4,7% - Foto: Tomás Fernández de Moya

Tras un 2022 en el que los datos de siniestralidad laboral no fueron positivos en Ávila, con un incremento del 1,37 por ciento respecto al año anterior, motivado en gran medida por el aumento de actividad, aunque con una disminución considerable de la mortalidad, el comienzo de 2023 arroja un mejor balance en este ámbito, pues los accidentes laborales experimentaron un descenso del 4,71 por ciento en el primer semestre respecto al mismo periodo del año anterior, si bien hubo que lamentar un deceso dentro del sector servicios.

Según los datos aportados por la Junta de Castilla y León, en la primera mitad del año en curso se registraron en esta provincia un total de 648 accidentes laborales, de ellos uno mortal, 11 graves y 636 leves, a los que hay que sumar tres casos de enfermedad profesional. De esos 648 accidentes, 606 se produjeron durante la jornada laboral y de ellos 597 fueron leves, ocho graves y uno mortal, mientras que los 42 restantes fueron in itinere, es decir, en el trayecto de casa al trabajo, 39 de ellos leves y tres graves.

El sector que, una vez más, mantuvo los niveles de siniestralidad laboral más elevados entre los meses de enero y junio fue el de servicios, con 346 accidentes, mientras que otros 107 se produjeron en la construcción, 98 en la industria y 55 en el sector agrario. Y hubo una subida muy significativa en la construcción, del 11,46 por ciento (11 accidentes más que un año atrás), mientras que en los servicio se registró un ligero aumento del 0,58 por ciento (dos más) y en los otros dos sectores las cifras fueron menores que en 2022. Así, en la industria se produjo un descenso del 16,95 por ciento (20 menos) y en el sector agrario la caída fue del 11,29 por ciento (siete menos).

En cuanto a su gravedad, como indicábamos, en esos seis primeros meses se contabilizó un accidente mortal dentro del sector servicios, pero además hubo once graves, cinco en los servicios, dos en la industria, otro en el agrario y tres in itinere, mientras que de los 636 leves, 340 fueron en el sector servicios, 107 en la construcción, 96 en la industria, 54 en el agrario y otros 39 in itinere.

Pero además de los ya apuntados 648 accidentes laborales con baja, en la provincia de Ávila también se registraron de enero a junio otros 543 que no requirieron baja, por lo que el número total de accidentes contabilizados en ese periodo alcanzó los 1.191, lo que supuso una reducción del 9,57 por ciento (126 menos) respecto a ese periodo de 2022 cuando se registraron 1.317.

por actividad. Dentro del sector servicios, fueron los servicios de comidas y bebidas, con 40; el comercio al por menor, con 35; la asistencia en residencias, con 34; las actividades dentro de la Administración Pública y Defensa, con 32; el transporte terrestre y de tuberías, con 26 y la educación, con 25, las que mayor número de siniestros contabilizaron en esos seis meses en Ávila, mientras que en los servicios sociales sin alojamiento se contabilizaron 21; en el comercio al por mayor, 17; en la venta y reparación de vehículos, 16; en las actividades sanitarias, 15, y en la edición y en los servicios de edificios y jardinería, 11 en cada caso. Uno de ellos fue mortal, en la educación, cinco graves (tres en el transporte terrestre y de tuberías y dos en la Administración Pública y Defensa) y el resto leves (340).

En la construcción, por su parte, 39 se produjeron en la construcción de edificios, otros 39 en la construcción especializada y 29 en ingeniería civil, todos ellos leves, mientras que en la industria, la mayoría, 32 en concreto, se concentraron en la industria de alimentación, si bien hubo otros 12 en la fabricación de bebidas, ocho en la industria maderera; seis en el suministro de electricidad y gas, y cinco en la fabricación de productos electrónicos, con dos de ellos grave (en la industria alimentaria y en el suministro eléctrico y de gas) y el resto leves.

Por su parte, en el sector agrario, de los 55 accidentes registrados, 25 se produjeron en la silvicultura y la explotación forestal; 23 en la agricultura, ganadería y caza, y 7 en la pesca y acuicultura, uno de ellos grave y el resto leves.