El circo musical ha sido una de las grandes propuestas y apuestas de este año en el marco del Festival Internacional de Circo y precisamente con ello casi se despedía la XI edición de Cir&Co. 

A las 20,30 horas se daban cita en el casco histórico de Ávila los cuatro miembros de la compañía belga Sur Mesure y lo hacía con la propuesta 'Barrière' en una de las plazas más espectaculares de las que goza la capital abulense. Y, como espectacular, hay que decir que también es fría, quizá la que más. Tanto es así que a los jóvenes artistas se les notaban las ganas de empezar la función para ponerse en movimiento y entrar en calor.Y vaya que si se movieron porque si bien todo el espectáculo se desarrolla alrededor de una barrera de una antigua aduana y por ello pudiera parecer que sería cuando menos poco movido, nada que ver con la realidad.

La intención no era otra más que expresar que ¡La vida es genial mientras esperas! y así lo trasladaron al público en español, que les costó bastante, y desde luego como ellos dijeron al empezar «con el internacional lenguaje del amor y la música». Música tuvo por doquier este Barriére en el que también hubo momentos para la risa y otros muchos para el asombro, con acrobacias y juegos de cuerdas, algo de magia y lo dicho, mucha música.

Se nota que los cuatro, tres mujeres y un varón  tienen tras de sí una rica trayectoria en lo musical, con gran dominio instrumental y de la voz. Chico y chicas entonaron maravillosamente bien en una sucesión de números bien correspondidos por el público que se contaba por decenas y que como ellos aguantó estoicamente el frío y el molesto aire que soplaba en una plaza de la Catedral que fue un gran marco para el circo más musical con el que se adentraron en un mundo un tanto surrealista y abierto a interpretaciones.