Lanzahíta ha vivido estos días con gran intensidad. Vecinos y visitantes han disfrutado de sus fiestas patronales en honor a Nuestra Señora la Virgen del Prado en las que a los tradicionales actos religiosos que tuvieron su punto culminante el pasado viernes con la misa y la procesión, se sumaron las verbenas nocturnas, los toros, los juegos infantiles, espectáculos ecuestres y la cena en la plaza de toros con baile popular con los que se pusieron el punto y final este lunes.

Los festejos arrancaron el pasado jueves con el traslado de la Virgen del Prado desde su ermita hasta la iglesia, la misa y la ofrenda floral, así como con una animadísima verbena, ya por la noche, amenizada por la orquesta Pegasux.

Todo como prólogo del día grande, el viernes, en el que tras la misa en su honor, la imagen de la patrona de Lanzahíta salió en procesión por las calles del municipio, terminando con la clásica subasta de banzos. También ese día el folclore tradicional tuvo gran protagonismo con la actuación en la plaza de toros de la ronda La Abantera, que también cantó a la Virgen a la puerta de la iglesia, donde dos jóvenes, Héctor y Paula, bailaron la jota. Yluego por la noche, la orquesta Star puso el ritmo a la verbena.

Lanzahíta arropa a su Virgen del PradoYa el sábado, además del toque de diana amenizado por la charanga desde primera hora de la mañana, hubo también para los más pequeños hinchables en la plaza de toros y ya por la tarde, una novillada con posterior suelta de vaquillas, quedando para la noche una nueva cita con la música en la verbena con la orquesta The Smile.

Y para cerrar el fin de semana, el domingo, tras el toque de diana, hubo también por la mañana una exhibición ecuestre en la plaza de toros y el 'Encuentro del toro' protagonizado por caballos y jinetes. Por la tarde se celebró la becerrada popular de 'Los Mozos' y ya por la noche, la verbena en la plaza de la localidad que contó con la música de la orquesta Dimensión.

Los festejos se cerraron ayer con todo un clásico de estos días, la preparación del guiso de la vaca en el matadero y la cena popular en la plaza de toros, ya por la noche, tras la que hubo una animado baile amenizado por Donato. Así concluían cinco intensos días de fiestas en los que lanzahiteños y visitantes disfrutaron de un amplio programa de actos para todas las edades y volvieron a mostrar su devoción y cariño por su patrona, Nuestra Señora la Virgen del Prado.