Sonsoles Sánchez-Reyes

A otra luz

Sonsoles Sánchez-Reyes


Abulense y diplomático

09/03/2024

En 1945, la Junta Provincial del IV Centenario del Nacimiento y Bautismo de San Pedro Bautista acordaba reparar "imperdonables olvidos" al Protomártir del Japón. 
El franciscano Pedro Bautista Blázquez, nacido en la localidad abulense de San Esteban del Valle, tras ser misionero en México y Filipinas, viajó a Japón en 1593 como embajador de Felipe II ante el emperador Taikosama, impulsando la Iglesia en Japón, entonces prohibida. El emperador condenó a los cristianos y Pedro Bautista moría crucificado en Nagasaki (tristemente conocido siglos después por sufrir la bomba atómica), junto con sus compañeros, el 5 de febrero de 1597.
La Junta del Centenario solicitó al Ministerio de Asuntos Exteriores que San Pedro Bautista fuera declarado Patrono del Cuerpo Diplomático Español, en atención a su cualidad de embajador.
Asimismo, pidió al Ayuntamiento de Ávila que ese año, a ser posible antes del 29 de junio que terminarían las celebraciones en la capital, se dedicase una calle a San Pedro Bautista, y que su nombre figurase entre los santos del Monumento a las Grandezas de Ávila del Mercado Grande (la Palomilla). 
En la tarde del 26 de junio, cuando comenzaron las fiestas en Ávila, desfiló por las calles de la ciudad una cabalgata de carrozas de temas franciscanos abulenses. Y muchos habitantes de San Esteban del Valle se trasladaron a la capital el 29 de junio acompañando a la Santa Cabeza, traída desde la capilla de la casa natal donde se venera, y por ello ese año las fiestas en San Esteban comenzaron el 30.
La reliquia fue recibida en la puerta de San Vicente por las autoridades y procesionada hasta la Catedral. Asistió el Ministro de Asuntos Exteriores. Por la tarde fue llevada de vuelta a su pueblo.
Las peticiones efectuadas en el IV Centenario no llegaron a buen puerto. El 24 de marzo de 1949 se declaró al Arcángel San Miguel Patrono del Cuerpo Diplomático Español. La cara dedicada a los santos en el Monumento a las Grandezas de Ávila no incluye hoy el nombre de San Pedro Bautista. Y aunque al santo se le homenajeó con una calle en la ciudad, no fue hasta dos décadas después.