Cardeñosa acogió en la tarde del sábado el XXII Certamen de Dulzaina y Música Tradicional, organizado por el Ayuntamiento de la localidad con la colaboración de Asun García, con presencia de más de 150 personas que llenaron la plaza del Ayuntamiento en una tarde fresca.

El certamen, que fue presentado por Arturo Lozano, comenzó rindiendo un emotivo homenaje a Honorio Jiménez García, dulzainero de Diego Álvaro, y a Juan Mayoral Vadillo, tamborilero de Zorita (Cáceres) pero abulense de adopción, que tocaron un par de piezas perfectamente sincronizados. Con ello se quiso reconocer su dedicación a la música tradicional, a recuperar esas canciones y a mantenerlas vivas en pleno siglo XXI.

Tras el homenaje llegó el turno del grupo Rebolada, de Ávila, con una brillante actuación, que tuvo el acompañamiento del Grupo de Danzas Tajuela, también de Ávila, en una de sus piezas. Este grupo, dirigido por Isabel García, exhibió las jotas tradicionales de Ávila y provincia.

Posteriormente subió al escenario Dulzainada, con otra excelente actuación, que interpretó piezas típicas abulenses. También ellos tuvieron la compañía de Tajuela en una de sus canciones.

Finalmente, actuó el grupo Aires de la Moraña, de Gotarrendura, de nuevo con la compañía de Tajuela en una de sus canciones. Uno de los momentos más notables del certamen se vivió con la actuación de uno de los integrantes de este grupo morañego, Miguel Alonso, que ofreció una fusión musical con dulzaina y violín poniendo al público en pie.

Todos los grupos recibieron un trofeo, en el que estaban representadas dos dulzainas y el caballito que se encontró  en el castro celta de Las Cogotas, como representación de la cultura de Cardeñosa. Por su parte los homenajeados recibieron una pizarra con una partitura grabada y su imagen.