David Ferrer

Club Diógenes

David Ferrer


Contra corriente

24/01/2024

Ha querido la casualidad que la misma semana en que me estreno en esta contraportada de El Diario de Ávila, otro periódico más joven prescinda en la suya de uno de los pensadores más ilustres, de uno de los columnistas más libres en España: Fernando Savater. Yo pensaba hablar hoy del privilegio que supone este lugar llamado «contra» entre las páginas de un periódico, o deseaba tal vez realizar alguna ironía sobre las obras o la política de la ciudad. Pero el cuerpo y las noticias recientes me piden otra cosa, dejando claro que, con mucho gusto, le cedería este espacio a Savater, aunque no le faltarán medios para expresar sus opiniones a contracorriente.
Tuve la oportunidad de conocer a Fernando Savater en un momento en el que vivía el fulgurante éxito de sus ensayos para Amador. De todo ha pasado ya veinte años, como decía el poeta Gil de Biedma, y andaba yo justo mediando la veintena. Era el catedrático y filósofo uno de los socios fundadores de Amnistía Internacional en España, como lo fue también de El País, el periódico que en un ejercicio de sectarismo ha decidido orillarlo. Vino a Ávila Savater para celebrar un aniversario de la organización de derechos humanos, de la que mas de uno nos hemos salido por evolución lógica y coherencia de ideas. La conferencia fue un gran éxito. Con otros motivos pedagógicos, quise traer de nuevo a Ávila a Fernando y así lo acordamos: su conferencia en un centro educativo de la capital se programó para el lunes 16 de marzo de 2020. Mira por donde (tomo esto del título de uno de sus libros), el ínclito Sánchez nos condenó dos días antes al encierro y al martirio hogareño y la conferencia, por supuesto, hubo de suspenderse. Hasta unas horas antes del estado de alarma, mantuvimos ambos una tímida esperanza por el evento abulense. Ya habrá otra ocasión próxima.
A un periódico le vienen bien las firmas contra corriente. Dan chispa, vivacidad, apertura de miras y libertad a un periódico. Un ejemplo pequeño es el variado plantel de firmas que tiene El Diario de Ávila. Llevo aquí diez años como columnista y jamás me han reprochado ni un artículo ni una coma, salvo por razones ortotipográficas. Por eso, me hace especial ilusión moverme ahora a la contra. El veterano periódico madrileño no lo entiende así con Savater. Más que a contracorriente andan en un puente sobre aguas turbulentas.