Ávila bulle en su viaje al medievo

M.M.G.
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La ciudad vivió un sábado intenso con la presencia de miles de abulenses y visitantes en un abarrotado mercado que, por la mañana, acogió el Desfile de las Tres Culturas, en el que participó un millar de personas

Ávila bulle en su viaje al medievo - Foto: Isabel García

Todo hacía presagiar un sábado intenso en el Mercado Medieval de Ávila: la suma de el buen tiempo previsto, la cifra redonda de la celebración (25 años desde que arrancaran las Jornadas Medievales de Ávila, y las ganas de recuperar una de las citas más esperadas por abulenses y turistas hacían sospechar que el segundo día del Mercado Medieval sería muy especial. Pero lo cierto es que la realidad superó este sábado las expectativas. Y la ciudad de la Muralla vivía una jornada histórica en todos los sentidos.

Miles de personas abarrotaron desde primera hora de la mañana (incluso antes de la apertura de los puestos del mercado) las calles del casco histórico, que durante todo el día se llenaron con el ir y venir de miles de turistas y abulenses: sorprendidos los primeros si es que antes no habían visitado el mercado; y orgullosos y ataviados a la época los segundos, alegres por poder vivir de nuevo al cien por cien la que desde hace un cuarto de siglo es, sin duda, una de las citas más especiales del calendario abulense.

Y es especial, por ejemplo, por eventos como el celebrado este sábado a media mañana: el Desfile de las Tres Culturas.

Más de un millar de personas tomaban parte en una impresionante comitiva que daba sus primeros pasos en el Mercado Chico al compás de cornetas y tambores y que encabezaba el alcalde de Ávila, Jesús ManuelSánchez Cabrera, acompañado por la corporación municipal, todos ellos ataviados a la antigua usanza.

Y tras ellos, el verdadero espectáculo. Cientos y cientos de personas que con sus vestimentas y, sobre todo, sus ganas de pasarlo bien, hicieron que los que les iban haciendo pasillo en la calle Reyes Católicos, Alemania o el Grande, disfrutaran de lo lindo.

Por allí desfilaron seres mitológicos, hadas que lanzaban purpurina, brujas y druidas con sus calderos colgando, verdugos, bailarinas de la danza del vientre, cabezones y zancudos, sultanes y emires, nobles y caballeros, duendes traviesos... En total  16 grupos de animación con sus músicas, danzas orientales, malabares y acrobacias, todo un espectáculo para los sentidos que vivió uno de los momentos más especiales cuando los 'sbandieratori' ofrecieron en el grande un espectáculo de malabares con sus banderas. 

En la comitiva, por cierto, participaban también más de una veintena de abulenses pendientes del fallo del concurso de atavíos, que se conocerá el domingo.

Cerrando el grupo, uno de los gigantes dragones que durante todo el fin de semana está sembrando de 'pánico' la calles del centro de Ávila.

Y tras el desfile, hora de recargar las pilas en alguno de los muchos puestos de comida del mercado. Los aromas de carne a la brasa flotaban en el aire y fueron muchos los que, entre compra y compra, se acercaron a probar, por ejemplo, los chorizos y morcillas que se asaban en el Grande para, después, endulzarse el paladar con las crepes con chocolate que podían degustarse en el paseo del Rastro.

Porque la fiesta está este fin de semana en todos los rincones de la ciudad, cuyas calles más estrechas, por cierto, se transitan más cómodamente al no haber en esta ocasión puestos en las mismas. Algo que también notaban este sábado los comerciantes y hosteleros abulenses, satisfechos al ver que los turistas pueden acceder ahora más cómodamente a sus establecimientos.

Y si la mañana fue animada, no lo fue menos la tarde. No en vano, este sábado se repetía de nuevo el pasacalles del 25 aniversario, el gran torneo medieval a caballo, la exhibición de aves rapaces y los espectáculos infantiles y para mayores programados en el Episcopio y que este domingo podrán volver a disfrutarse para alegría de los aficionados al Mercado Medieval.