Los ocho hombres más fuertes de España se pondrán a prueba en la capital abulense y como guiño promocional se retan incluso a medirse con la Muralla de Ávila. El aparcamiento del Centro Comercial El Bulevar acogerá en la tarde del 29 de septiembre el segundo torneo de la Liga Nacional de Fuerza de 2023, una competición estructurada en torno a una sesión preliminar (para elegir a los últimos integrantes) y cuatro jornadas y que busca coronar al atleta más fuerte del país. El acceso a las distintas pruebas, que prometen ser espectaculares, es gratuito y desde la organización se llama a la presencia de los abulenses, no en vano aunque la competición se viene desarrollando desde el año 2008 con difusión mediática a Ávila no han vuelto desde sus inicios, cuando llegó a Arévalo y cuando había un campeón abulense, Julio Jiménez.
El comentarista deportivo Emilio Marquiegui y el nuevo generente del Bulevar, Antonio Rodríguez, presentaron un torneo que consta de cinco pruebas, las cuales van cambiando con cada celebración, combinando las clásicas con otras más innovadoras. En Ávila se dará cita el actual campeón, el catalán Juan Ferrer, y también el que va primero tras el desarrollo de la primera prueba, el también catalán Gianluca Ardenghi. Completan la participación Adrián Vela (Zaragoza), Víctor Casado (El Prat de Llobregat, Barcelona), Daniel Aroca (Casariche, Sevilla), Álex Suárez (Santurce, Vizcaya) y José Vicente Barcelona (Picasent, Valencia), mientras que Matthew Riddall (Granadilla de Abona, Santa Cruz de Tenerife) parece que no podrá estar por una lesión, con lo que será sustituido.
En las pruebas prima la fuerza de los atletas, pero también la potencia, la velocidad y la resistencia, así como la habilidad y la destreza. En Ávila las pruebas seleccionadas son el arrastre de un camión de diez toneladas a lo largo de veinte metros en un tiempo inferior a 90 segundos; levantamientos diversos de mancuernas de 55 y 60 kilos, una barra de 110 kilos y un cilindro de 120 kilos; ruleta rusa de peso muerto por encima de la rodilla, comenzando con 230 kilos y subiendo de 20 en 20 kilos hasta el máximo que se consiga; el crucifijo, que consiste en mantener el mayor tiempo posible dos sacos de boxeo de 17 kilos, uno en cada mano y con los brazos en cruz, y arrastre de yugo de 400 kilogramos, 15 metros ida y 15 metros vuelta en un tiempo inferior a 90 segundos.
Marquiegui remarcó que se trata de una "competición muy dura y muy especacular" y que merece la pena acercarse para ver de lo que son capaces estos atletas.