«Ya estamos otra vez de obras»

L.C.S
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Vecinos y comerciantes de las calles afectadas de nuevo por los diversos trabajos en la ciudad se mueven entre la frustración, la comprensión y la resignación

«Ya estamos otra vez de obras» - Foto: Isabel García

Los hay frustrados, algunos; comprensivos, los menos; y resignados, los más. Vecinos y comerciantes de las calles afectadas de nuevo por las diferentes obras en la ciudad se enfrentan a las incomodidades que siempre supone la puesta en marcha de unos trabajos que han dado una pausa en Navidad, en algunas zonas, pero que ahora han vuelto con el inicio de esta semana. Continúan los trabajos en el paseo de la Estación, en el entorno de la calle de San Segundo, y desde ayer los hay de nuevo en la calle Nuestra Señora de Sonsoles y paseo de San Roque. 

Las obras de Nuestra Señora de Sonsoles son continuidad de las de rehabilitación de la zona sur para la creación de un eje peatonal que conecte con las escaleras mecánicas de la calle Cuesta Antigua. Hay vecinos que lo tienen claro y asumen que «si son necesarias, hay que hacerlas», pero se quejan de que «duren tanto», afirman mientras sortean unas vallas que les hace «dar rodeos para llegar a mi casa, eso es lo peor que llevo». «Ya estamos otra vez de obras», se resignan, después de un descanso que se les ha hecho corto. «A nosotros no nos ha afectado demasiado, hemos seguido teniendo más o menos la misma clientela», aseguran desde un comercio en plena calle de Nuestra Señora de Sonsoles, «pero desde otras tiendas sí que nos han dicho que la gente ha dejado de ir, seguramente porque tenía muchos problemas para aparcar».

En un tramo de la calle doctor Jesús Galán, desde la plaza San Benito hasta Nuestra Señora de Sonsoles, ya está preparado el material para actuar próximamente.

En otro punto de la ciudad, en el paseo de San Roque, el corte por tramos va cansando a sus vecinos. «Lo peor es que como lo hacen de esta manera, tenemos la sensación de que estamos siempre de obras. Lo podían haber hecho todo de golpe» Estos trabajos para la instalación de la red de calor, ahora entre la calle Milicias y la Bajada de Don Alonso, quitan aparcamientos y dificultan el tráfico en la zona. «Hemos estado estos días sin colegios, pero a ver ahora como lo hacemos», comenta un padre aparcado en la puerta de un garaje esperando a sus hijos. «¿Para comprar?, pues también mal, pero como siempre que hay obras», asegura un cliente que salía de descambiar un libro.

En el paseo de la Estación los comercios llevan tiempo aguantando las zanjas y la calle levantada, «es que han salido unas piedras enormes, las veía desde el escaparate y no daba crédito», afirma un comerciante que apoyaba la realización de estos trabajos, «desde que llevo aquí, que va para 30 años, no había visto que se cambiaran las tuberías. Los vecinos de los últimos pisos se quejaban de que no les llegaba el agua. Están cambiando las de agua limpia y sucia y hacía falta, la verdad».