La fórmula de la multipropiedad por habitaciones

Carlos Cuesta (SPC)
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La modalidad de participar en una comunidad de bienes para adquirir una parte de un piso compartido permite a estas personas rentabilizar lo que pagarían por un alquiler en una inversión de futuro y estabilidad

La fórmula de la multipropiedad por habitaciones - Foto: Alberto Rodrigo

La realidad que vive el mercado inmobiliario español en los últimos trimestres se caracteriza por una ralentización de la cifra de compraventa de viviendas, como consecuencia del encarecimiento del precio del dinero por la subida de tipos de interés que viene marcada por el Banco Central Europeo (BCE) durante el último año para atajar la inflación. Una medida que seguirá al alza mientras la Unión Europea no sitúe ese indicador en el objetivo del 2% que establece Bruselas.

En un escenario en el que el euríbor ya supera el 4%, comprar una vivienda puede resultar una operación muy complicada si no se dispone de una cantidad ingente de ahorros o se tiene una sólida situación financiera para pedir una hipoteca puesto que, de lo contrario, será complicado obtener el dinero necesario para adquirir un inmueble.

En este sentido, las personas que optan por el alquiler tampoco lo tienen mejor. Y es que, el precio se ha disparado un 5,6% a lo largo de los seis primeros meses del año, y el coste medio del metro cuadrado en renta se ha elevado hasta los 11,65 euros en España.

 En este contexto, ha aparecido una iniciativa empresarial que está intentando dar una solución a las personas que no cuentan con el presupuesto suficiente para adquirir un piso de una dimensión media, especialmente dirigida a los más jóvenes, en la que se ofrece la posibilidad de comprar un dormitorio en una vivienda de tres o cuatro habitaciones en multipropiedad, también llamado proindiviso, copropiedad o comunidad de bienes, a través del desembolso de una cuota mensual similar al alquiler.

La startup que ha innovado esta fórmula busca con este revolucionario planteamiento ofrecer una solución para que las personas interesadas en convertirse en propietarias puedan disponer de un espacio físico propio sin tener que desembolsar una cantidad muy elevada que es lo que, a día de hoy, supone la compra de un inmueble. 

En este sentido, esta empresa se encarga de gestionar todos los trámites y la documentación del contrato en el que se establecen las condiciones de gestión y explotación del piso en cuestiones relacionadas como los gastos de comunidad, impuestos como el IBI, basuras, reparaciones, normas de convivencia y, en último caso, también de la venta a otra persona. 

Una solución que para quienes están optando por esta alternativa puede suponer una manera de invertir a medio plazo, puesto que una vez se adquiere la habitación, el comprador, es libre de venderla cuando lo desee y recuperar su dinero. Otra opción, sería el alquiler de la zona en cuestión para obtener una renta mensual.

Los propietarios de estas viviendas compartidas tienen el derecho de acceder a todas las zonas comunes, pero teniendo en cuenta que en el contrato de compraventa especifica cuál es la habitación de cada persona y el uso que se dará a cada uno de los espacios compartidos como la cocina, el salón o los baños. 

Gastos e impuestos

Una de las cuestiones más complejas, como es el pago de los impuestos y de suministros, también viene regulado en el contrato por la empresa vendedora que se encarga de gestionar todos los trámites y centralizar estos aspectos para que cada propietario pague la cuota que le corresponde de una forma independiente.

Una vez que se adquiere la habitación y se firma la escritura ante notario, el comprador se convierte en propietario de la parte correspondiente del inmueble y consta como uno de los titulares ante el Registro de la Propiedad. 

Como la banca no da hipotecas para comprar habitaciones en pisos de multipropiedad, la startup ha creado el denominado «préstamo habitación», que está supervisado por el Banco de España y que funciona como una hipoteca. En caso de morosidad, no obliga a los otros copropietarios a correr con la deuda y, ante posibles impagos, se ocupan ellos de acciones como ponerla en alquiler o bien a la venta. 

El objetivo final es que una persona deje de gastar su dinero en alquileres que son irrecuperables y que esas cuotas mensuales se transformen en ahorro para poder vender en el futuro y dar la entrada para una vivienda, ya que al disponer de un activo real, que se revaloriza en el tiempo, permite acceder antes al mercado inmobiliario.