La escasez de nieve en Gredos merma los ingresos más de un 50%

Mayte Rodríguez
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Empresas de la cara norte coinciden en que es «el peor invierno» y ponen un ejemplo palmario: «No se pueden usar esquís de travesía porque no hay base», lo que reduce al mínimo la afluencia de público

El Circo de Gredos cubierto por una fina capa de nieve, una estampa muy diferente a la de hace no tanto tiempo atrás. - Foto: Enjoy Gredos

Éste es el segundo invierno consecutivo que no se ha podido subir hasta la Laguna Grande de Gredos con esquís de travesía debido a la escasez de nieve. «En 32 años que llevo aquí, el primer invierno que sucedió fue el pasado, pero es que este año tampoco se han podido usar esquís, en ningún momento ha habido base para poder hacerlo», explica a esta Redacción Óscar Morales, encargado de la gestión del refugio Elola, que da cobijo a quienes suben hasta allí y necesitan pernoctar, comer o tomarse un café. En esta época del año en una zona de alta montaña como el Circo de Gredos, sus 65 plazas deberían estar completas los fines de semana, los puentes y las vacaciones de Navidad, principalmente de apasionados de la montaña que eligen  Gredos para realizar escalada en hielo, rutas con raquetas de nieve o esquí de travesía, pero en lo que llevamos de invierno éste es el primer fin de semana que se roza el lleno allí. «La afluencia de usuarios se ha reducido al 50% respecto al año pasado, que tampoco fue bueno», lamenta Morales. «Nuestros usuarios de invierno vienen buscando nieve y hielo, es una zona que permite la práctica del alpinismo en todas las dificultades, desde lo más sencillo, como una excursión con piolets y crampones, a una escalada difícil en hielo, pero este año la gente no ha subido porque apenas hay nieve», apunta. 

A lo largo de este invierno a las pocas nevadas que ha habido le han seguido episodios de elevadas temperaturas , inusuales para esta época del año en estas latitudes, o bien lluvias fuertes, que han acabado con la nieve acumulada en muy poco tiempo. «El Cambio Climático está aquí, lo estamos viendo, me preocupa», admite Morales, quien asegura que «el último año bueno de nieve fue 2018, desde entonces cada año menos, pero es que este invierno está siendo el peor sin ninguna duda», subraya. «Aquí la matemática no falla, si la clientela se reduce un 50%, los ingresos bajan en esa proporción», reconoce.

El mismo diagnóstico nos ofrece Raúl Huerta, copropietario de Enjoy Gredos, empresa formada por guías profesionales de montaña y dedicada precisamente a organizar todo tipo de actividades en Gredos. «Llevamos dos años nefastos, pero éste es peor que el anterior», coincide. «Esta situación nos está afectando mucho, el negocio de nieve es fundamental para nosotros porque no se cobra lo mismo una guiada de senderismo que una guiada de raquetas de nieve, antes salíamos todos los fines de semana con grupos de raquetas pero este invierno no hemos podido sacarlas más que dos días», revela. 

Un grupo de portugueses inició el sábado anterior una ruta con raquetas, pero la escasez de nieve les obligó a quitárselas. Un grupo de portugueses inició el sábado anterior una ruta con raquetas, pero la escasez de nieve les obligó a quitárselas. - Foto: Enjoy Gredos«Nuestra actividad de invierno se ha reducido más de un 80%», afirma Raúl Huerta, que define esta temporada invernal en la zona como «nula». «El año pasado fue mal año de esquí, pero buen año de escalada en hielo porque nevó, heló y en ciertos sitios se formaron cascadas de hielo que nunca antes se habían visto, pero este invierno ni eso», lamenta. 

La escasez de nieve impacta directa y negativamente en la economía de los pueblos de la cara norte de Gredos, en los que los negocios dedicados al turismo y la hostelería ven cómo la temporada invernal no se parece en nada a la de otros tiempos. Así lo explica Nuria Jiménez, del Hostal Restaurante JJ, todo un referente en Hoyos del Espino, donde lleva abierto más de treinta años. «Antes la época de nieve era la más fuerte, estábamos dos o tres meses con gente todos los fines de semana porque nevaba, hacía frío y la nieve permanecía en la sierra varios meses, pero ahora mismo lo que hace es llover mucho, nieva poco y cuando nieva se va enseguida porque al día siguiente hace calor», relata. La consecuencia es que «ya no tenemos temporada de invierno, vas dando comidas y algo de alojamiento, pero no se parece en nada a lo de hace años», indica. «La gente venía a Gredos buscando nieve, tanto familias co niños que acudían a tirarse con los trineos, como gente más preparada técnicamente, que viene a la sierra a hacer esquí de travesía, a escalar en hielo o a hacer rutas con raqueta, pero sin nieve no vienen ni unos ni otros». 

Ante este panorama, la caída de ingresos es inevitable, principalmente porque lo que se factura el resto del año «no compensa lo que dejamos de ganar por no haber clientela de nieve». Ella recuerda que el último «invierno bueno» fue «hace cuatro o cinco años», que justo coincide con el de 2018 al que apuntaba Óscar Morales. 

Son muchos los alojamientos rurales que hay en la zona y la ausencia de nieve golpea a todos. Uno de ellos, la Casa del Altozano, lleva quince años abierta en Barajas. Su propietaria, Eva Veneros, no duda en poner cifras a esta situación: «Mi clientela ha bajado al menos un 50%, obviamente la nieve es un reclamo y no la tenemos», subraya. Para colmo, nos cuenta, «en las noticias siempre están alertando de que va a haber temporales que luego se quedan en nada, pero asustan a la gente, que acaba quedándose en casa» en vez de acudir a disfrutar de la nieve a Gredos, critica. Esta circunstancia, sumada a «la crisis económica» que estamos viviendo, empujan a la gente a no salir. Para ella, «la crisis está afectando tanto como la ausencia de nieve a la hora de decidirse a viajar» a destinos como Gredos.

Ya la pandemia supuso un golpe importante para la hostelería de la zona. «En Hoyos cerraron varios bares que no han vuelto a abrir y los que seguimos lo hacemos menos horas por falta de gente», admite Nuria Jiménez. 

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