Un lustro de ausencia de la reina del soul, una de las voces más poderosas, con un timbre único, afinación perfecta, sentido rítmico impresionante y una de las carreras más talentosas del panorama mundial musical. Aretha Franklin falleció con 76 años, víctima de un cáncer de páncreas, el 16 de agosto de 2018 en Detroit. Tras cinco años de su definitivo adiós, la prodigiosa cantante siempre está en el recuerdo de los buenos aficionados a la música de cualquier género.

Fue la más aclamada del soul y rhythm and blues de su época. Conquistó la nada desdeñable cifra de 18 premios Grammy y un Recording Academy Lifetime Achievement en 1994, además de ser la primera mujer en ingresar en el Salón de la Fama del Rock and Roll en 1987. También recibió la Medalla Presidencial de la Libertad, la Medalla Nacional de las Artes y el Kennedy Center Honors.

Nacida en Memphis, pero criada en Detroit, desde niña ya pintaba maneras. Su talento innato y prodigioso surgió de la iglesia. Hija de padre evangelista desde muy pronto atrajo la atención en el mundo del gospel. Quiso ocultar que tuvo dos hijos, Clarence y Edward, cuando solo tenía 13 y 16 años, respectivamente. Se negó a dar el nombre del padre o los padres. Luego tendría dos más, y los cuatro le ayudaron y acompañaron en sus negocios musicales hasta el final de sus días.  

Su expresiva y enérgica voz en la iglesia no conseguía despegar ni transformarse en fama. Fue en Atlantic Records con Lady Soul en 1967 cuando alcanzó la notoriedad monumental.  

Temas excepcionales

Pensar en Aretha Fraklin es pensar en su canción por excelencia: Respect (Respeto). Un tema que se canta desde la perspectiva de una mujer que se siente segura de sí misma. Un himno al que remitirse cuando alguien necesita un impulso de confianza Fue una idea inteligente la de la artista que insistió en hacer una versión feminista del tema escrito por el también genial Otis Redding , que justamente coincidió en grabarse en el Día de San Valentín de 1967. 

Su Respeto se convirtió en un movimiento revolucionario, no solo de su carrera musical, sino también por la lucha de los derechos de las mujeres y civiles. 

Sus 12 años junto a la productora Atlantic, con la que editó los mayores grandes éxitos de su carrera de más de medio siglo, que abarcó 80 canciones incluidas en las listas pop, y 20 números uno en las de Rythm and Blues y más de una docena de temas en los  Top 10 de las listas mundiales. Hicieron de ella la cantante femenina y negra del soul sin parangón. Nadie pudo hacerle sombra en su generación. Fue muy imitada, pero jamás igualada.

Siendo ya una leyenda de la música fichó por Arista Records para una serie de éxitos ya menores entre 1980 y 2003. 

Bill Clinton y Barack Obama se rindieron a sus pies, después de que Franklin hubiese cantado para ambos en sus respectivos estrenos como presidentes de Estados Unidos. 

Su último single fue Put you up on game, un dueto que protagonizó con la ganadora del programa American Idol, Fantasia.

En noviembre de 2017 cantó su último y breve set en el festival benéfico de Elton John en Nueva York, donde hizo una impresionante versión de 11 minutos de Bridge over Troubled water de Paul Simon. 

En la memoria popular, aparte del alabado Respect, también quedan otros títulos como Think, Baby I love you, Chain of fools, The house that Jack built, I never loved a man, Do right woman-Do right man, The way I loved you, Dr Feelgood, (You make me feel) Like a natural woman o I say a little prayer (for you), algunos escritos por ella misma. 

Aretha Franklin fue siemplemente la mejor, sin discusión posible. Un prodigio sobrenatural. Tenía aerofobia, nunca viajaba en avión, y a sus 76 años aseguraba que todavía era muy joven para retirarse. Lo hizo en un día señalado, ya que ese mismo día falleció otro rey de la música y paisano de su querido Memphys: Elvis Presley. 

La música de la diva del soul queda cinco años después de su marcha y quedará eternamente. Respeto total.