"Siempre seré el guía de Ánder y siempre estaré muy orgulloso"

Alberto Sánchez
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Emprendedor en lo laboral y en lo personal. Se podría decir que el mejor proyecto de César Palacios 'Chapi' ha sido sin duda su labor como guía de Ánder Olaso, un joven atleta invidente al que ha ayudado en su progreso deportivo

"Siempre seré el guía de Ánder y siempre estaré muy orgulloso" - Foto: Isabel García

Si es para sumar, cuenta con 'Chapi'. No es un lema, es una forma de vida. «Yo quiero meterme en proyecto para sumar. Si me voy a meter en algo para hacer lo mismo que hacen los demás, no entro». Es la bandera que ha enarbolado en su vida personal y profesional César Palacios 'Chapi', un apodo que 'heredó' de su abuelo. «Me encanta». Lo luce con orgullo. «Una vez le dije a mi abuelo que si llegaba a tener un negocio, le pondría ese nombre.Y mi negocio lo llamé Seguros César 'Chapi' Palacios». Un emprendedor. En su momento no le tembló el pulso para abrir –junto con otros socios– lo que fue uno de los primeros espacios deportivos de pádel en Ávila, Perfil 38. Después se embarcó en otra aventura, la cafetería de la 'nueva' estación de autobuses, que puso en funcionamiento. Su principal  dedicación 'siempre' ha sido la de agente de seguros de Allianz. A mayores, hace tres años decidió convertirse en «lotero» siendo socio –junto a Jaime, ex futbolista del Real Ávila– de la Administración de Lotería Número 1, en Agustín Rodríguez Sahagún. No está nada mal para alguien al que le gusta definirse «un simple autónomo». Pero por si todo ello fuera poco, 'Chapi' abría un nuevo capítulo en su vida. Yno fue uno cualquiera. Porque desde hace tres años a César Palacios le hemos conocido 'todos' como el guía del joven atleta invidente Ánder Olaso, el pequeño abulense que en los últimos años se ha convertido en una firme promesa y realidad del atletismo adaptado español. «Ahí hemos estado peleando hasta ahora». Lo dice en pasado, porque la realidad inmediata de Ánder para por el Centro de Alto Rendimiento del Río Esgueva en Valladolid, donde a partir de septiembre el atleta del Club Atletismo Ecosport buscará seguir con una proyección que 'Chapi' reconoce que ya no podía ofrecerle.

Toda esta historia tan particular comenzó por casualidad, sin buscarlo. «Lo mío fue un poco peculiar, una casualidad de la vida».Todo llegó a través «de un compañero de Triávila, Óscar San Segundo». Fue uno de esos favores que se piden, a los que no se puede decir que no pero ante los que toca respirar profundo tres veces para asimilar lo que uno asume. «Su guía era su tío Alberto pero no estaba federado y la competición a la que tenían que acudir, por un cambio de reglamentación, obligaba a estarlo. El favor me lo pidió un jueves, la competición era el sábado... Yallí me presenté, sin conocer a nadie». Ni siquiera a Ánder. Les presentaron. «Chapi Palacios, Ánder Olaso... Ánder Olaso, Chapi Palacios. Aquí le tienes» recuerda como anécdota sobre lo que se encontró aquella mañana. «Recuerdo que hicimos 100 metros lisos, 300 metros lisos y longitud», una disciplina de la que «no tenía ni idea. Lo de correr, mal que bien lo haces, pero de longitud nada de nada. Yo corría a su lado y él se guiaba por mi voz. Sólo me falto saltar al foso con él». Enfrentarse a esta nueva faceta no fue sencillo. «Por más que  lo quiera escenificar no voy a saber transmitirlo. Yo me veía ahí junto a un niño con una enorme responsabilidad por delante.Luego me fueron asesorando sobre cómo hacer las cosas pero en ese primer momento, sin tener los conocimientos suficientes, me veía con un chaval de 13 años en mis manos que no me conocía de nada pero que se fiaba de mí, y nunca mejor dicho, a ojos cerrados».  

Yasí, como una anécdota, comenzaba una relación deportiva y personal de casi tres años. «La siguiente competición fue a los 15 días. Me llamó su madre, Vanesa, que si podía seguir con esta labor porque aún no se había tramitado la licencia de su tío Alberto. Fue una rueda en la que entré, de una competición tras otra, hasta que debutamos en el Campeonato de España de la FEDEC, de Discapacidad Visual de la ONCE, en Segovia. Apartir de ahí comenzó todo de verdad. Me presentaron a  la Delegada Territorial de Deporte y Cultura de Castilla y León de la ONCE, me hicieron la ficha, me senté con Ecosport –en especial con Rubén Rodríguez– y me transmitieron que querían confiar en mí de alguna manera para que fuera el que llevara los entrenos y que estuviera con él. Y así empecé».

Una relación de guía deportivo, de amigo, de compañero, de 'padre'...  «Hemos llegado a una complicidad tal que desde fuera nos dicen que no somos un guía y un deportista con discapacidad visual al uso. Yo me he convertido para Ánder en una persona de apoyo, en un amigo. Además, soy muy pesado, le doy muchos consejos desde la experiencia y él se ha convertido en una persona importante para mí. Como le digo a mi hija, tiene un hermano adoptivo. Para mí ahora mismo Ánder es una persona muy importante en mi vida».

Han sido tres años compartiendo muchos momentos, aprendiendo el uno del otro. «Ha sido amistad y mucho más. Porque no sólo he aprendido de él sino de todo lo que rodea este mundo. Tratar con chicos y chicas en este tipo de competiciones es una constante lección de vida. Los problemas que tú y yo podemos tener, que muchas veces hacemos de un grano de arena a una montaña, no son nada. Cuando estás con ellos te das cuenta de que somos unos privilegiados porque ellos, con todas sus limitaciones, están todo el día sonriendo, de buen humor, entre ellos se quieren, a nosotros nos tienen como un referente, cuando en realidad sólo les ayudamos en pequeñas cosas... Son súper agradecidos. Cada vez que vengo de una competición, de una concentración lo hago con un subidón de adrenalina en la que todo lo demás te da igual. Todos los problemas que nosotros tenemos o que generamos pasan a un segundo, tercer o cuarto plano. No tiene nada que ver».

Fue una labor que le llegó sin buscarla, pero no cabe duda que no todo el mundo podría afrontar. Mucho menos con la capacidad, con la sonrisa con la que 'Chapi' la asumió. «No sé. Quizás es posible que tengas que tener algo.Te tiene que salir. Cuando empiezas el tema del voluntariado es muy bonito, pero luego se convierte en una obligación.No es como yo lo he vivido, pero la realidad es que pasa a ser una obligación en la que quitas tiempo a tu familia, a tu trabajo, a ti mismo... Como en todo hay momento que no vas con las mismas ganas, con el mismo humor, pero no me ha costado hacerlo. Siempre me han dicho que no soy un guía al uso que entrena y se va, que compite y se va. Yo cuando voy a estas competiciones ayudo a todos. No voy sólo con Ánder. Si voy seleccionado con el Comité Paralímpico Internacional o por la ONCE no puedo estar sólo pendiente de Ánder. Si alguien me necesita yo me vuelco con ello, me gusta». Es que esos 'ellos' son niños y niñas. «Tienen 14, 15, 16 años y nosotros debemos estar a la altura».

La responsabilidad que se adquiere no sólo es deportiva. Es también legal. «Cuando salimos fuera de España tenemos que llevar una autorización policial, bajo el permiso de su madre o su padre, que tenemos que llevar encima siempre cuando viajamos fuera».  

En lo deportivo, tiene que entrenar Ánder, pero también 'Chapi'. «No es lo mismo correr solo que correr unido con una cuerda a una persona que no ve. Nosotros hacemos pista porque es donde Ánder mejor se orienta y maneja los tiempos. Él se fía totalmente de ti. Él viene a su estabilidad y confort, que eres tú. Se arrima a ti y eso puede llevar a tropezarte. Es complejo. Por suerte Ánder es un niño muy listo, muy serio, un buen alumno y se queda con todo a la primera». Pero todo eso queda en pasado. Su labor como guía llega a su fin   y lo hace para bien, tras ser admitido  Ánder Olaso en el CARde Valladolid. «Siempre seré el guía de Ánder y estoy muy orgulloso de ello, pero la oportunidad que le ha llegado no la puede desaprovechar. No sé si será el salto definitivo, porque es muy joven todavía, pero es algo que había que aprovechar».

Todos sabían que este momento iba y debía llegar. «Lo sabía yo, Rubén su entrenador, su familia... Todos... Porque por más que un 'señor' de 47 años se cuide y entrene, es imposible que esté a la altura de la progresión que está teniendo Ánder y que aún le queda evolucionar. Por contra, yo voy en decrecimiento total. Yo tengo que ir con cinco segundos de margen sobre sus tiempos. Yo voy casi por la calle dos, hago más metros. Tengo que estar en mejor forma que él. Bien es cierto que este año, como le habían cambiado las distancias –más largas– iba mejor. Como buen 'abuelete' soy más diesel. Aún me quedaba un poco de margen para haber iniciado la temporada pero poco más. Ya no llego. El CARcumple lo que Ánder necesita, está cerca para su familia... Y le van a cuidar como nosotros queremos que le cuiden».

Aunque Ánder Olaso ya tiene las maletas 'listas' para marcharse, «el planteamiento es que siga de alguna manera vinculado al niño, sobre todo para empezar ahora la pretemporada porque él no se incorporará hasta mediados de septiembre.Me he comprometido a estar con él en pretemporada y luego, como me pidieron los encargados de Deporte Adaptado de Castilla y León y la ONCE, si de manera puntual el guía que le asignen no puede ir a una competición o no está para una semana de entrenamientos». Seguirá vinculado a Ánder, no le perderá de vista. «Sinceramente lo que más preocupa es que se tiene que adaptar a otra persona. Lo tiene que hacer porque de lo contrario no podrá cumplir su sueño.Pero confío en él, es un tío muy listo. De todos modos, y aunque espero que me utilicen lo menos posible, siempre voy a estar ahí si lo necesita de verdad».

Lamenta 'Chapi' que esta labor tenga que depender de voluntarios. «Encima, no está bien mirado. No nos cuidan, no hay una reglamentación, no está bien regulado, no  hay una partida presupuestaria para cuidar a los guías como se merecen, porque estos niños y niñas necesitan de personas como nosotros para poder hacer deporte.Antes había una regulación y una remuneración económica.Que hay que tener muy claro que esta labor debe tener una parte de voluntariado, pero... En mi caso he podido hacerla porque tengo ciertas facilidades por mi negocio, pero dile a tu jefe que te vas diez días de competición a Finlandia o seis días a Italia. No puedes hacerlo».

Laboralmente «muy inquieto», no ha tenido problemas en montar «alguna que otra empresa» siempre desde una premisa, «aportar algo más de lo que ya existe.De lo contrario, no me seduce». La verdadera visión del emprendedor. «Llevo doce años emprendiendo.Le he prometido a mi mujer que ya paro» ironiza ante los proyectos en los que se ha involucrado. «No me da miedo invertir porque tengo muy claro que lo que tengo en la cabeza, si me rodeo de las personas adecuadas para ejecutarlo, funciona.Confío mucho en mí. Con Ánder fue así, tenía claro que llegaría el momento en el que le llamarían de un proyecto de alto rendimiento y así ha sido».

Para hacer frente a todo «mucha organización, madrugar mucho, comer rápido» resume. «Me ha costado, pero creo que lo he sacado adelante». A partir de ahora «más relajado. La calidad de vida es importante, no todo es trabajar.Vivimos en un estrés continuo y pasa factura». Si tuviera tiempo «entrenaría para mi». Cuando acabamos la entrevista, fue lo que hizo, salir a correr. A ser feliz.

¿Qué es lo primero que se le viene a la cabeza sobre Ávila?

 Calidad de vida.

¿Qué es lo que más le gusta de Ávila?

La tranquilidad y la facilidad para moverte, su movilidad.

¿Y lo que menos?

La ausencia de industria y comercio

Un lugar para perderse.

El camino Ávila-Vicolozano que hay por detrás de El Bulevar.

 

Un recuerdo de su infancia.

Los veranos en el Casino Abulense.

Un personaje abulense que le haya marcado.

'Chava' Jiménez.

El mayor cambio que necesita Ávila es...

Inversión en industria para generar puestos de trabajo.

Y Ávila tiene que mantener...

Mantener su oferta turística, gastronómica y monumental... Sin olvidar el cuidado de la ciudad.

¿Qué le parece la Ávila hoy?

Hoy en día tenemos la ciudad 'patas arriba' en infraestructuras viales. No obstante una vez acabadas se presenta una Ávila modernizada, con vistas a mejoras sustanciales.

¿Cómo ve Ávila en el futuro?

Siguiendo con la premisa anterior, si facilitan suelo, facilidades para atraer inversiones industriales, crear puestos de trabajo y adaptando la ciudad misma al Siglo XXI, considero que sería una ciudad muy seductora para vivir.

¿Qué puede aportar a Ávila y su provincia?

Mi aportación a la ciudad siempre ha sido y será crear oportunidades laborales, seguir con el consumo local, sobre todo a las PYMES y seguir disfrutando de la capital y provincia como hasta ahora.