La Institución Gran Duque de Alba, dependiente de la Diputación Provincial, presentó este miércoles dos nuevos libros de investigación sobre el pasado abulense publicados por ella con trabajos llevados a cabo por investigadores colaboradores, los correspondientes al numero 119 de la serie Fuentes Históricas de Ávila y el 49 de la serie Cuadernos Abulenses.
Eduardo Duque, diputado responsable de Cultura, y Maximiliano Fernández, director de la IGDA, fueron los encargados de presentar ambos volúmenes, el primero de ellos titulado Documentación medieval en el Archivo Histórico Provincial de Ávila. Protocolo notarial 421, vol. I (19-I-1476 a 30-IX-1476), obra de la investigadora María Rosario Abad Ruiz, y el segundo formado por varios trabajos de diferentes autores.
Tras afirmar Eduardo Duque de que «podemos decir, sin ningún lugar a dudas, que la IGDA es una de las mayores editoriales a nivel de estudios locales del país», tanto que «entre 2019 y 2020 se han realizado once publicaciones», pasó a detallar cada uno de esos dos libros que se añaden al catálogo de la IGDA, de cada uno de los cuales se he hecho una tirada de 300 ejemplares.
Del número 49 de Cuadernos Abulenses, correspondiente al año 2020, comentó que «se abordan temas como la escultura salmantina del siglo XVIII en La Moraña, las falsificaciones en el mundo de la arqueología y asuntos de salud como la enfermedad parasitaria sanguínea», para formar un conjunto de 224 páginas cuya foto de cubierta es del castro de El Raso en Candeleda.
Del libro de Charo Abad (licenciada en Historia por la Universidad de Salamanca y profesora de la UNED hasta el año 2006 en Paleografía), tras destacar el enorme valor que tiene contenido en sus 466 páginas, apuntó que está identificado como ‘volumen I’ porque «tenemos previsto editar los volúmenes 2 y 3» de ese mismo Protocolo, «de singular importancia, obra también de la misma autora». El prólogo del libro, acabó Duque, es obra del catedrático emérito de la USAL y miembro de la IGDA Serafín de Tapia, que introduce a asuntos que tratan en el libro.
Maximiliano Fernández puso de relieve que «todo este esfuerzo que venimos haciendo sobre la labor editora de la IGDA no sería posible sin la apuesta decidida de la Diputación por la investigación, la cultura y el arte. Estamos ya en el número 49 de Cuadernos Abulenses y en el 119 de Fuentes Históricas, y todo esto es posible porque la Diputación y el diputado responsable del área alientan este trabajo y este esfuerzo, y gracias a los investigadores que publican sus artículos, que ellos son los que realizan el mayor trabajo».
El nuevo número de las Fuentes Históricas, concretó el director de la IGDA, «recoge el trabajo ingente que ha realizado Charo Abad, que ha analizado 3.367 documentos medievales contenidos en ese protocolo notarial 421 del Archivo Histórico Provincial»; una labor que, «como señala el presidente de la Diputación en la presentación del número, permite decir con orgullo que hay pocos territorios en España que puedan presentar un conjunto documental tan amplio, variado y con la calidad del realizado en la provincia de Ávila, lo que refleja el esfuerzo de la Diputación, los investigadores y la IGDA como coordinadora».
Otro de los valores de ese libro, añadió al tiempo que mostraba su esperanza en ver publicados pronto los dos volúmenes, «es que la mayoría de los protocolos corresponden a pueblos de la provincia, con lo cual nos situamos en la recomendaciones de la Diputación de centrar los esfuerzos en el ámbito provincial y contribuir a que los pueblos puedan disponer de esas fuentes de interés para su historia».
En cuanto al número 49 de Cuadernos Abulenses, siguió, «con él recuperamos un número atrasado», el que no pudo salir a la calle en 2020, «y nos ponemos en situación de publicar en este año el número 50 y cumplir así el requisito de calidad de la anualidad en lo que se refiere a la periodicidad».