Somos uno de los restaurantes más antiguos de Ávila». Éstas son palabras de Óscar Herrero, tercera generación al frente del bar restaurante Sol, un local que abrió sus puertas en 1965 de mano de su abuelo, Migdonio; que siguió en marcha gracias al trabajo de su padre, Juan Carlos; y que él dirige ahora y desde 2012.
Se cumplen ahora, pues, 58 años de funcionamiento de un bar y restaurante que, sin duda, conocen de sobra los abulenses. Y no sólo precisamente por sus cerca de seis décadas de vida. También (o quizá deberíamos decir, sobre todo), por los buenos platos que siempre encuentran en su barra o en las mesas de su histórico restaurante.
Una calidad que, por cierto, viene avalada también por los muchos premios recibidos a lo largo de su trayectoria. No en vano,el Sol se ha llevado hasta en seis ocasiones el primer premio del certamen de cocina en miniatura Ávila en Tapas (en 2001, 2002, 2003, 2004, 2010 y 2011), y ha sido finalista en otras dos citas (las de 2019 y 2022).
«Nosotros fuimos pioneros en los pinchos morunos», comienza a recordar Óscar los orígenes de la bien merecida buena fama de El Sol, que no se quedó en esos pinchos y en otros nacidos en su plancha (sepia, chipirones...) sino que, como asegura su responsable, «siguió avanzando» y trabajando para poder ofrecer a sus clientes en todo momento lo mejor de lo mejor en una amplia carta.
Tan amplia como para contar en ella con algo más de 40 platos («20 primeros y 20 segundos», apunta Óscar), que nos recuerda también cómo el Sol está especializado en desayunos, tapas y esos menús diarios de los que hablamos.
«Preparamos menús para grupos, celebraciones, cumpleaños...», apunta el responsable de una empresa que da empleo en la actualidad a cinco personas.
¿Y cuáles son los platos más demandados dentro de esos menús?, le preguntamos. «Nuestras especialidades son las judías blancas, las revolconas, el chuletón...», enumera algunos de los platos clásicos de la gastronomía abulense, si bien destaca otro plato de entre todos ellos: las pencas rellenas, premiadas en Ávila enTapa y que se quedaron ras obtener este reconocimiento en un menú en el que también encontramos crujiente de langostinos o espárragos rellenos.
«Nuestro público es gente de mediana edad, del barrio, pero también turistas de la zona de San Vicente», prosigue hablando el propietario de el Sol, que nos cuenta cómo el negocio afrontó sus peores momentos durante la crisis del covid y cómo ahora ya se encuentran en cifras «prepandemia».
«Nuestro ambiente es casero, familiar y muy cordial. De gente que se siente como en casa», se despide Óscar.
Dirección: Calle Vasco de Quiroga, 1.
Horario: De 8,45 a 17,00 horas. Los jueves, cerrado por descanso del personal.
Especialidad: Las especialidades de Sol tienen mucho que ver con la comida tradicional abulense. Sus clientes disfrutan con sus judías blancas, revolconas y chuletones. Pero, sobre todo, con las pencas rellenas, premiadas en Ávila enTapas, lo que les valió quedarse en el menú.