El aprovechar las vacaciones de verano para sacarse el permiso de conducir es ya cosa del pasado. A día de hoy conseguir la 'L' en los meses estivales se ha convertido en una tarea muy complicada, prácticamente imposible y no porque a los futuros conductores se les dé ahora peor ponerse al frente del volante. El motivo es otro: en este caso el insuficiente número de examinadores, tal y como aseguran desde la Asociación Provincial de Autoescuelas, perteneciente a CEOE Ávila. Una situación, asegura el portavoz de la patronal, Óscar Jiménez, que se complica aún más durante el verano cuando, «con todo el derecho», los examinadores de la DGT cogen vacaciones en una época en la que, además, los alumnos que se matriculan en las autoescuelas aumentan de forma exponencial sobre todo debido a esos jóvenes que alcanzan la mayoría de edad y que esperan obtener el permiso de conducir antes de comenzar sus estudios universitarios, normalmente en otra ciudad, o proseguir con estos.
La situación, que no es nueva, ya que se arrastra desde hace unos años, ha hecho que a día de hoy en Ávila capital haya 730 alumnos y otros 160 en Arenas con el teórico ya aprobado y a la espera de poder examinarse de la parte práctica. Una bolsa de aprobados que es «imposible de agilizar», explica Jiménez, teniendo en cuenta que cada autoescuela, de media, solo puede presentar «3 ó 4 alumnos a esta parte práctica cada doce o trece días».
Y es que los cinco examinadores de tráfico con los que la DGT cuenta en Ávila, que en verano son menos debido a las vacaciones, no son suficientes, asegura el presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas, para atender la demanda de alumnos aprobados de las cerca de 40 autoescuelas que 'operan' en Ávila donde además de las de la capital y las de la provincia también examinan alumnos algunas de Madrid.
Esta situación no solo afecta a las autoescuelas por cuanto esto supone una perdida de ingresos en una época que tradicionalmente era la mejor del año sino porque en muchos casos explicar a las familias o a los alumnos que tienen que esperar semanas, e incluso meses, para examinarse del práctico «es frustrante». También perjuicios, lógicamente, genera esto entre los futuros conductores no solo entre aquellos a los que por motivos labores u otros les urge obtener el carnet, del tipo que sea, sino también a los más jóvenes, esos que en septiembre se marchan a otras ciudades para estudiar en la universidad y que lo hacen sin haber podido conseguir el permiso de circulación. Por eso, Jiménez aconseja a aquellos que deseen sacarse el carnet de conducir que empiecen con el teórico con tiempo y «con varios meses de antelación» porque la actual situación «no da para sacar a todos los alumnos que quieren sacarse el carnet de conducir durante el verano».
Ante esta situación, la Asociación Provincial de Autoescuelas ha solicitado a la DGT «refuerzos» de cara al verano en la plantilla de examinadores, una petición que no se ha atendido porque, reconoce Jiménez, esta problemática no es exclusiva de Ávila y se da en todo el país e incluso en algunas provincias los problemas son «mayores» que en la nuestra. Otra de las soluciones pasan, apunta Jiménez, por «cambiar el modelo de examen a uno mixto en el que no solo examine la administración sino que este servicio también se preste por empresas privadas, como ocurre en algunos países».
«Es complicadísimo sacarse el carnet en verano», coincide con el presidente de la patronal abulense Miguel Ángel del Oso, de autoescuela Dákar, al hablar de un problema que se arrastra desde hace «más de una década» y que, asegura, afecta de forma más especial a las autoescuelas de mayor tamaño, que son las que más alumnos tienen.