El Vítor es uno de los momentos más emocionantes en las fiestas patronales de San Esteban del Valle que están dedicadas a San Pedro Bautista, y que hace de las noches del viernes y el sábado momentos muy especiales. Así se está viviendo esta año, como explica la alcaldesa, Almudena García Drake, que señala que había «mucha gente, muchos caballos» y todo se desarrollo «fenomenal, con mucha participación y sin incidentes (en referencia al viernes) en la carrera de caballos». El Vítor es la exclamación de vitorear a San Pedro Bautista y para ello los mayordomos se ocupan de hacer una imagen del santo, el Vítor, que este año es a punto de cruz. Con el estandarte encima del caballo se sale de la capilla en procesión con todo el pueblo y se colocan teas de resina que se prenden como luminarias. En el recorrido se van declamando décimas al santo por los diferentes sitios en el camino a la plaza, donde se sitúan los caballos y la gente en las aceras para ver su carrera en el camino hacia la iglesia. Ahí se hace un nuevo rezo en el cementerio y se subasta quién clava el vítor, en este caso en casa de los mayordomos.
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Una noche para un santo - Foto: Ismael Peña
Una noche para un santo - Foto: Ismael Peña
Además de este momento especial, que se iba a repetir el sábado por la noche, por la mañana hubo procesión para subir las imágenes para celebrar la misa y después se vuelven a bajar, explica la alcaldesa, para proceder al cambio de mayordomía y de alcaldía del santo, que este año fue de mujer a mujer. Así se conocen a los responsables para la fiesta del próximo año.