Seguro que usted también se ha dado cuenta. Estos días las calles de Ávila rezuman vida. Vida, además, joven. Chicos y chicas llegados de todos los rincones de España y del mundo se dejan ver en el corazón de la ciudad.Sobre todo en las inmediaciones de sus templos, conventos y monasterios. Muchos de ellos portan los distintivos que identifican sus orígenes. Pero todos brillan con las caras de felicidad propias de aquellos que saben que están viviendo algo muy grande.

Eso tan grande no es otra cosa que la inminente celebración en Portugal de la Jornada Mundial de Juventud (JMJ). Hasta allí se desplazan ya millones de jóvenes de todo el mundo, ansiosos por encontrarse con el Papa Francisco. Lo hacen llegados desde todos los rincones del planeta. Y haciendo, en muchos casos, parada previa en otros lugares para disfrutar de ciudades que, como Ávila, maridan patrimonio y espiritualidad a partes iguales.

Nuestra ciudad está siendo, pues, parada y fonda para muchos de los grupos de jóvenes que en sólo unos días podrán ver al Papa en Lisboa. Grupos súper numerosos en algunos casos que recorren la ciudad contagiando su alegría y que no dejan de visitar tanto los monumentos más turísticos, como, por supuesto, la Muralla de Ávila, como aquellos que les llevan a conocer más de cerca la figura de Santa Teresa.

La magia de la JMJ se siente en Ávila - Foto: David CastroAsí, el Monasterio de La Encarnación recibe desde hace días en cada jornada a múltiples grupos que, además de querer conocer el lugar en el que tantos años pasó Teresa de Jesús, buscan encontrar entre sus muros un espacio de oración y descanso espiritual en su camino a Lisboa. 

«La verdad es que está siendo aún más excepcional que en la JMJ de Madrid», comienza a explicar a Diario de Ávila la hermana Rosa, Sierva delEvangelio en Ávila y responsable de la intensísima agenda de eucaristías y celebraciones que estos días se maneja en La Encarnación.

Este jueves, sin ir más lejos, las reservas hablaban de dos grupos por la mañana para la celebración de laudes; de un grupo de más de 125 personas que, acompañadas por un obispo, celebrarían una misa en la iglesia; y de otro de 78 miembros que harían lo propio en la capilla. «Y el domingo tenemos un grupo de 500 personas llegadas en nueve autocares desde Pamplona», aportaba la religiosa otro de los datos que dan una idea de la magnitud del movimiento de personas que se está viviendo estos días en Ávila.

«Hacemos todo lo que podemos para atender a todos», nos decía una feliz Hermana Rosa, emocionada de ver cómo la juventud se vuelca con el Papa.

Grupos llegados de México, de Estados Unidos, de Francia... van dejando su impronta en La Encarnación. Tanto, que incluso las hermanas en clausura viven con devoción lo que ocurre tras los muros del convento. «Es que son días muy especiales.Da gusto ver a los jóvenes rezar con tanta devoción», volvía a emocionarse la religiosa.

No muy lejos de allí, el Padre David, prior de La Santa, nos trasladaba un mensaje muy parecido. «Está viniendo muchísima gente, tanto de grupos con reserva como sin ella», nos decía el carmelita, que nos informaba además de que se han visto obligados a mantener la iglesia abierta a mediodía para poder atender y dar facilidades a todos los peregrinos.

«Tenemos grupos de hasta 400 personas», compartía con nosotros el fraile, que confesaba la gran ilusión con la que está viviendo estos días.

El Convento de San José, la Catedral de ElSalvador, la iglesia de San Juan... Los templos abulenses son estos días punto de encuentro para miles de jóvenes que si bien en algunos casos se alojan en casas particulares o en hoteles, en otros se decantan por hacer uso de los espacios facilitados tanto por el Ayuntamiento de la ciudad como por la diócesis.

En el primero de los casos hablamos del Pabellón Municipal de SanAntonio. Desde el 22 de julio estas instalaciones municipales reciben a los peregrinos que tienen Ávila como ciudad de paso, y que según los cálculos que hacía hace unos días el Ayuntamiento, se espera que sean un millar.

También está recibiendo peregrinos el colegios Asunción de Nuestra Señora, por donde pasarán hasta el 10 de agosto cerca de 500 peregrinos procedentes de Francia, Uganda y Valencia, entre otros puntos de origen.

Y otro tanto de lo mismo está ocurriendo en el edificio delSeminario. Allí descansarán cerca de 400  personas de Ecuador, Alemania,Valencia,Colombia yFrancia.

Y al término de la JMJ... Y si impresionante es el movimiento que se registra en los días previos a la JMJ en La Encarnación y La Santa, todo indica que al concluir el encuentro, la actividad también volverá a incrementarse. En ambos lugares se nos adelanta que ya son muchas las reservas que tienen hechas para eucaristías y celebraciones por parte de los grupos que, en este caso, retornarán a sus lugares de origen, seguro, con el corazón lleno.

«Pensamos que era importante que los jóvenes conocieran Ávila»

Visitar estos días La Encarnación es lo más parecido a entrar en la ONU que puede que en mucho tiempo tengamos en Ávila.

Su patio de entrada es un continuo ir y venir de banderas llegadas de todos los rincones del planeta. Puerto Rico, Francia,Estados Unidos, Alemania... El mundo entero se mueve hacia Lisboa y Ávila está siendo en muchos casos visita obligada para aquellos que van a participar activamente en la JMJ.

Es, por ejemplo, el caso de Adolfo y de su gran grupo. Llegados desde Sao Paulo, en Brasil, contagian su alegría y sus ganas de vivir al cien por cien una experiencia que, nos dicen, está siendo impresionante.

Para algunos de ellos, nos cuenta el portavoz de un grupo de 190 personas, ésta es la primera vez que salen de Brasil. O que cogen un avión.Así que, a los motivos puramente espirituales que les mueven («venimos por el Papa, claro», quieren dejar claro) se suma toda una experiencia vital que a buen seguro todos recordarán de por vida.

Ellos pertenecen a la diócesis de SanCarlos y son miembros de distintas parroquias. Y aunque están alojados en Madrid estos días previos a la JMJ, no han querido dejar de conocer algunos de los rincones más hermosos de España, como Toledo, Santiago de Compostela, Santander y, por supuesto, Ávila. «Cuando reservamos el viaje, vimos que Ávila forma parte importante de la tradición cristiana», apuntaba Adolfo en un perfecto «portuñol», «así que pensamos que sería importante para los jóvenes poder conocer la ciudad y contagiarse del ejemplo de Santa Teresa y San Juan de la Cruz».

El más joven de este grupo brasileño tiene 14 años. El más veterano, sonríe Adolfo, peina canas. Pero todos comparten la ilusión de estar participando de algo grande. A ellos, como a todos los peregrinos que están pasando por Ávila, les deseamos un feliz viaje.