El Sevilla deja al Espanyol en una situación crítica

Antonio Gutiérrez (EFE)
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Los de Mendilibar remontan en el Pizjuán antes de pensar en la Juventus

El Sevilla deja al Espanyol en una situación crítica - Foto: JULIO MUÑOZ

El Sevilla remontó en la segunda parte el 1-2 con el que se fue el Espanyol al descanso y, con un 3-2, certificó virtualmente su permanencia en la categoría, todo lo contrario que el conjunto catalán, que se queda en una posición crítica, en puesto de descenso a falta de cinco jornadas para la conclusión de LaLiga.

El equipo andaluz marcó el primero a los 24 minutos por medio de Bryan Gil, pero a los 32 llegó el empate en propia meta del neerlandés Karim Rekik y la remontada antes del descanso de Javier Puado, aunque en la segunda parte, el argentino Lucas Ocampos, de penalti, y el senegalés Pape Gueye, cuando moría el encuentro, pusieron el 3-2 definitivo.

Para el conjunto visitante tenía mucha más trascendencia la cita del Sánchez-Pizjuán y más con la idea de sumar una victoria que unir a la de la pasada jornada ante el Getafe (1-0) en su intento de salir de los puestos de descenso.

Los sevillistas, con la gran inercia positiva desde la llegada al banquillo de José Luis Mendilibar, están ahora más desahogados en la tabla, pero frenaron su progresión hacia la zona europea con la derrota del lunes ante el Girona (0-2) en este mismo escenario.

Pese a ello, para el Sevilla no dejaban de ser muy importantes los puntos para certificar la permanencia y conseguir moral extra para las semifinales de la Liga Europa que desde la semana que viene le mide al Juventus de Turín.

El pulso se notó desde el arranque, sobre todo con dos indecisiones defensivas, una en cada área, nada más iniciarse el encuentro, aunque no tuvieron consecuencias pero sí valieron para que se estuviera mucho más concentrado en esa faceta.

Hubo más control del balón del Sevilla, con más iniciativa ante la meta que defendió Fernando Pacheco, pero también poca efectividad en el remate y últimos peses, aunque una jugada trabada acabó con el balón en las botas de Bryan Gil y con su disparo convertido en gol.

El extremo gaditano, que había accedido a última hora a la alineación titular por la lesión en la espalda del argentino Erik Lamela en el calentamiento, tuvo que esperar a que el VAR le concediera el tanto ante la posibilidad de un fuera de juego.

No tardó la reacción del Espanyol y a la media hora, coincidiendo con la lesión en el muslo derecho de Suso Fernández, quien fue sustituido por Lucas Ocampos, llegó el empate en una jugada en la que el delantero Joselu iba a rematar y, en el intento de despeje, se introdujo el balón en su meta el defensa Rekik, aunque también fue revisado por el VAR por la posibilidad de fuera de juego.

Ya en la recta final de la primera parte, el equipo barcelonés aprovechó la inercia del empate y logró irse a los vestuarios con el 1-2, obra de Javier Puado con un bonito remate desde lejos que dejó el partido abierto para la segunda mitad.

En la reanudación, el Sevilla salió como acabó la primera parte, despistado en su juego y precipitado en sus acciones, lo que hizo que el Espanyol no tuviera problemas para mantener el control e incluso aprovecharse en alguna ocasión para hacer daño, pese a que fue Ocampos el que al cuarto de hora de este periodo tuvo una clara ocasión de cabeza para el empate.

El propio extremo argentino fue el que poco después sí vio puerta, al transformar un penalti que hizo el centrocampista brasileño Vini Souza, que había ingresado minutos antes al terreno, al medio Pape Gueye.

Se abrió así un partido de algo más de veinte minutos en los que las fuerzas flaquearon en los dos equipos, desgastados por el esfuerzo y el calor y que no vieron claro si irse definitivamente a por el área rival o no dejarse sorprender en la propia, aunque fue otra vez Ocampos (m.86) el que estuvo cerca del gol con un balón que repelió el larguero.

Ese gol local sí llegó muy poco después con el tanto de Pape Gueye con un preciso remate en el primer palo tras un centro del argentino Marcos Acuña, tanto ya definitivo que dejó al Espanyol decepcionado, aunque el empate tan poco le valía demasiado.