La responsabilidad de la sociedad ante la trata

P.R.
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La periodista Marta Robles, directora del corto y autora del libro 'La chica que no supiste amar', presentó ambas obras en Ávila

La responsabilidad de la sociedad ante la trata - Foto: David Castro

La periodista Marta Robles ha presentado el primer corto que ha dirigido, basado en la última novela que presentó en el año 2020, ‘La chica a la que no supiste amar’, junto a ella,  estuvo la senadora y coordinadora general del PP en Ávila, Patricia Rodríguez y la librera Genma Orgaz.

El corto que lleva el mismo título del libro está basado en el primer capítulo de resta novela negra. Se trata del tercer caso y también la tercera entrega de un detective que ya tiene su círculo de lectores, Tony Roure. «Es un detective de infidelidades;  un ex corresponsal de guerra metido en principio a detective de infidelidades, ‘asuntos de bragueta’, como se denomina en el argot». Pero sus casos siempre terminan en asuntos de mucho mayor enjundia. Aborda también con mucha conciencia social un caso de trata de mujeres con fines de explotación sexual. «Pero no un caso cualquiera -sostiene Robles-, un caso que es el último escalón de la trata y que está protagonizado por las mujeres nigerianas que llegan a nuestro país después de un viaje terrorífico y que cuando llegan a España piensan que van a ver la luz, pero al final lo que hacen es  quemarse aún más en el infierno». El libro parte de una terrible historia: de como un cáncer de mama a una víctima de trata le puede costar la vida, y es precisamente esta situación lo que se aborda en el corto. «De ahí parte una reflexión sobre una sociedad que es cómplice de muchas cosas que suceden en torno a la trata o en torno a las drogas  y  determinadas circunstancias que conviven con nosotros». En definitiva, el libro es una reflexión sobre lo difícil que es amar y que nos amen y hasta dónde tenemos que llegar en nuestra capacidad de amar para afrontar  cualquier tipo de circunstancia que se nos presente».

La senadora Patricia Rodríguez señalaba que el libro habla de algo que no nos resulta muy cercano en el día a día, la trata de seres humanos con fines de explotación sexual. Pero que, sin embargo, dijo estar muy cerca de nosotros, incluso en ciudades pequeñas como Ávila. Se refirió la senadora que durante la pandemia hemos vivido situaciones muy duras, que son las que viven estas mujeres que sufren, padecen y que no se tratan como mujeres. «Son un instrumento exclusivamente con fines lucrativos de terceros», denunció Rodríguez.