M. Rafael Sánchez

La mirada escrita

M. Rafael Sánchez


¿Qué comemos?

10/12/2023

En esta semana, la Universidad Carlos III ha hecho público un estudio por el que Ávila es, de hecho, la provincia de Castilla y León con mayor prevalencia de obesidad. En los varones el exceso de peso atañe al 66,7 por ciento y en las mujeres es el 47,7 por ciento. Y en estas mismas páginas, la doctora en Nutrición y profesora de la UCAV Rosario Pastor reconocía hace unos días que "El problema de la obesidad es «preocupante» por cuanto el sobrepeso es «un factor de riesgo» para padecer enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes o colesterol, entre otras. Raciones más grandes, una vida cada vez más sedentaria, una dieta americanizada, vivir pegados a las pantallas y no hacer ejercicio son algunos de los factores que hacen que más de la mitad de la población tenga exceso de peso." Proponía: "Eliminar alimentos industriales y recuperar aquellos de «kilómetro cero, que en Ávila los tenemos muy buenos."
También en esta semana me contaban que en un colegio de Ávila algunos padres habían protestado  porque en el comedor se había servido repollo y esa comida a sus hijos no les gustaba. Las razones argüidas no fueron educativas, dietéticas o de salud, pues ya sabemos el valor nutricional y anticancerígeno de este tipo de verduras, que no deberían faltar en una dieta saludable. La toma de alimento da la impresión de que ha pasado de ser asunto dependiente de la economía y la salud, a ser solo ocasión para el placer. No hay que complicarse la vida ni esforzarse y lo ideal es hacer lo que se quiera y comer lo que a cada cual apetezca. 
Recuerdo que en los primeros años de este siglo trabajaba de maestro en el CRIE Naturávila, un centro educativo por el que iban pasando niñas y niños de los pueblos abulenses y que estaban en régimen de internado de lunes a viernes. Las comidas y cenas se convertían en tiempo de desasosiego cuando en el menú había verduras, legumbres o pescado, alimentos  que despreciaban muchos de ellos. Platos que quedaban sin tocar por parte de algunos comensales y, por mucho que se les alentara a que comieran, se negaban. Sólo querían pasta, arroz, carne y dulces. 
En tiempos de la II República se creó, en noviembre del 32 y por iniciativa del que fue primer alcalde republicano de la ciudad y que al tiempo ejercía de director de la Normal de Ávila don José Martínez Linares, el primer comedor gratuito para niñas y niños en nuestra ciudad con el doble fin de atender, según sus propias palabras, "A proporcionar alimento sano y abundante, científicamente dosificado, como al carácter educativo y de formación ciudadana de los pequeños comensales, habituándose a las buenas maneras y costumbres de limpieza, cortesía, respeto mutuo, ayuda y trato afable. El alimento se compraba al por mayor y, siempre que fuera posible, en el punto de origen. Lo que ahora se llama alimento de cercanía y que la doctora Pastor propone. Un afán de educación integral y social, a pesar de las dificultades, movió a Martínez Linares entonces. Como ahora a tantos docentes, aunque su labor no siempre sea reconocida, pero no por eso dejan de perseverar en su labor educacional para beneficio de la sociedad.