Del café matinal a la copa de la noche, en Babel

E.Carretero
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Desayunos, combinados y tapeo, tanto a mediodía como por la tarde, comprenden la oferta del bar que en 2008 abrió Alberto Sáez en el Paseo de San Roque

Del café matinal a la copa de la noche, en Babel - Foto: David Castro

Quince años han pasado ya desde que Alberto Sáez Mories se pusiera al frente de Babel en el paseo de San Roque. Con experiencia previa en el sector, pero trabajando para otros, decidió que era el momento de dar el salto y ponerse al frente de un negocio propio que en estos años se ha convertido en uno de los sitios más populares de la capital abulense no solo como bar de tapeo sino también como local nocturno.  

En Babel no se hablan tantas lenguas como ocurría en la famosa torre de Babilónica pero sí hay diferentes ambientes a lo largo del día para dar opciones de ocio a clientes de todas las edades y distintos gustos. No en vano, la actividad en este bar empieza por la mañana, ofreciendo desayunos a trabajadores de la zona y también  a padres y madres que después de dejar a sus hijos en el colegio cogen fuerzas para seguir adelante con la jornada. 

«Aunque parezca que es un bar de copas trabajamos durante todo el día», explica el responsable de este negocio hostelero que también  trabaja bien el tapeo, tanto de mediodía como de tarde. Es más, a diario Babel ofrece una treintena de tapas a sus clientes que a mediodía son más de cocina, con platos como arroz, huevos rotos con jamón o morro picante, y por la tarde más informales, con sandwiches, bocatines variados o perritos como alternativas para acompañar la consumición. 

También es Babel una dirección muy frecuentada por quienes después de comer quieren tomar un café o proseguir la comida con una copa. Y es que en este negocio del Paseo de San Roque «se trabaja muy bien la coctelería». Es más, de noche Babel funciona también como bar de copas ofreciendo, eso sí, un ambiente tranquilo y con música a un volumen tal que permite mantener una conversación, que es algo que valoran mucho los clientes que frecuentan este local. 

También cuenta Babel con una pequeña terraza que la clientela valora mucho teniendo en cuenta que cada vez más, y sobre todo después de la pandemia, los abulenses le hemos cogido el gusto a eso de tomar algo en la calle. 

«Hay muchos clientes fijos, sobre todo por la mañana y los fines de semana», reconoce, y agradece, Sáez Mories el apoyo que la clientela sigue dando a su negocio después de tantos años. Y es que, recuerda, aunque los inicios fueron «difíciles», porque Babel abrió en la crisis de finales de los 2000, poco a poco este bar se fue ganando la confianza de los abulenses hasta convertirse en una dirección hostelera imprescindible en la capital abulense. «Poco a poco, y con trabajo, hemos ido creciendo», afirma con orgullo el propietario de este negocio que en su apartado gastronómico también ofrece tapas premium para los paladares más exigentes.