Este domingo se celebra en la capital abulense el día del Corpus y suele ser habitual que cuando se acerca esta fecha el Obispado y Cáritas ofrecen los datos de la Memoria Anual de Cáritas. Un balance final del que daban cuenta este jueves tanto el administrador diocesano, Jesús García Burillo, como el delegado episcopal para Cáritas, Antonio Luis, así como las personas que trabajan en diferentes áreas como son infancia y juventud o empleo sin ir más lejos, además de una de las psicólogas. Y es que estos profesionales son cada vez más necesarios cuando se trata de atender a las personas más vulnerables porque estamos en un «momento precario» en este sentido. Pues bien, el primer titular que deja esa memoria es que Cáritas ha contado con 1,34 millones de euros para destinarlo a los diferentes programas. De ellos destacan los 350.000 euros en números redondos destinados a Acogida y Atención primaria; los casi 250.0000 de empleo; los 236.000 para personas sin hogar o los 234.000 para trabajar con personas drogodependientes; así como los 150.000 para infancia, juventud y familia. Hay más mucho más, pero si en algo quisieron hacer hincapié en la rueda de prensa fue en que se ha incrementado «un 11% la ayuda especialmente a atención directa y necesidades básicas».
Destacaba Antonio Luis que en el 2022 se ha asistido a algunos avances, como la bajada del paro o el incremento del salario mínimo interprofesional, pero también que tener un trabajo a día de hoy no es «suficiente para salir de una situación de vulnerabilidad». Y es que de todos es sábido que la inflación se ha disparado en muchos momentos y la subida salarial no es aún acorde con ese incremento de los precios, de ahí que se esté produciendo un empobrecimiento. Ése es el mensaje que querían lanzar en un día de acción de gracias a la Iglesia pero también a la sociedad abulense que con sus aportaciones permite que Cáritas atienda a los más vulnerables.
Puso además Antonio Luis cifras por ejemplo a ese programa de acogida que ha atendido a 1.586 personas de las cuales 863 estaban o en situación irregular o eran demandantes de protección internacional. Las ayudas destinadas a alimentación (ahora a través de tarjetas monedero) ha llegado a 904 usuarios pertenecientes a 336 hogares, que son más que los 771 y 308 del año anterior. También suben las familias que han precisado alojamiento en viviendas sociales, 9 familias y 35 beneficiarios. Esas ayudas en atención directa suponen «190.000 euros más que el año anterior» manifestó.
El responsable de Infancia y Juventud, Quintín García también ponía números al programa para la prevención de drogodependencias. Más de 300 personas atendidas (junto a sus familias) ha dejado el 2022. Y muy importante hablamos de «una acción que se trata de manera transversal» ya que lleva tiempo además acompasándose con el tratamiento de una «salud emocional» que sobre todo en el caso de los jóvenes pasa por momentos críticos, explicaron.
Hay adicciones con sustancias, evidentemente, pero también sin ellas:hablamos de las pantallas y ahí también tiene mucho que decir Cáritas.
El empleo en Cáritas y para Cáritas es muy importante y de ello habló su responsable Jesús Gil quien lanzaba una advertencia al respecto de un empleo doméstico en el que también estimaba se ha avanzado pero hay que seguir dando pasos. «Detectamos que quien trabaja sigue dependiendo de servicios sociales e instituciones» porque sencillamente no le llega el sueldo.
Desde Cáritas apuntaba que se están enfocando en formar a sus usuarios hacia el autoempleo para que tengan la posibilidad de trabajar dejando atrás las ayudas para luego poder cotizar, teniendo derechos y también obligaciones. En este punto Gil también ahondó en la atención que prestan a las reclusas a través de un programa que llegó el año pasado a 55 mujeres internas y también a otras 10 que están en pisos de acogida a través de talleres ocupacionales y de habilidades sociales en el centro penitenciario y fuera de él. En empleo los datos hablan de 657 participantes totales, de 12 cursos de formación y de tres nuevas empresas en el programa.
Todo esto es posible a la acción de 32 personas contratadas y a la labor de 260 que son voluntarias.
Del millón trescientos mil euros con el que ha contado Cáritas hay que destacar que más de 520.000 fueron de donantes;de empresas e instituciones no eclesiásticas, 127.000; ó 95.000, de la Iglesia. A aportaciones públicas pertenecen 420.000 euros de la Junta; 120.000, de la UE; 30.000 de la AdministraciónLocal y Provincial y 17.000 de la Central.
Por cierto que este viernes a partir de las 18,30 se celebra el Día de la Caridad en el Mercado Grande para dar a conocer toda la labor que hace Cáritas. Lo hará con pintacaras, hinchable, barra solidaria y un largo etcétera de actividades.