Un rincón que invita a estar en la gloria

E.Carretero
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Al inicio de la Bajada de la Losa, junto al río Adaja, y con impresionantes vistas del Lienzo Norte, se encuentra este bar restaurante que mezcla tradición con modernidad

Un rincón que invita a estar en la gloria - Foto: David González

Tomar una caña con su tapa incluida o degustar en mesa un surtido de sus exquisitas croquetas caseras y hacerlo con vistas al río Adaja y al Lienzo Norte de la Muralla es, como su propio nombre indica, gloria bendita. Y es que este establecimiento hostelero situado al inicio de la Bajada de la Losa aúna no solo buena cocina sino un emplazamiento privilegiado desde el que se puede contemplar el primer monumento de la ciudad y escuchar el discurrir el agua. 

«Pasar un buen rato y disfrutar de buena comida». Ése es, asegura Cristina Reches, encargada de Gloria Bendida, lo que ofrece este establecimiento hostelero a sus clientes, entre los que se encuentran mucho público abulense, y muy fiel, pero también turistas que eligen este lugar por sus buenas referencias, su privilegiada ubicación y sus increíbles vistas a la Muralla. 

Gloria Bendita abre a mediodía, ya para el tapeo, ofreciendo una docena de aperitivos calientes que varían cada día y entre los que se incluyen propuestas como las patatas revolconas, los callos, la oreja o bocatines surtidos. También cabe la posibilidad de acompañar la consumición, que en los días menos rigurosos del invierno se puede tomar en la terraza suspendida sobre el río Adaja, con tostas e incluso con tapas frías como boquerones, aceitunas o queso en aceite.

Patatas revolconas y callos, reconoce la encargada de este negocio son las tapas que cuentan con más demanda en este local que ofrece servicio de restaurante a la carta, donde la especialidad es el chuletón. 

Propuestas gastronómicas tradicionales pero con toques modernos, entre las que se incluyen varias ensaladas como la de ahumados o la de flor de aguacate, forman parte de la cocina de Gloria Bendita donde aparte de las carnes también tienen mucho tirón otros platos como el surtido de croquetas caseras que aquí hacen de morcilla y plátano, jamón, chipirón en su tinta y queso de cabra con cebolla caramelizada y nuez. 

Tras la comida, y para estar más en la gloria, en este restaurante se puede optar por tomar un café con vistas o por la coctelería. Mojitos de sabores, caipiriña, daiquiri o piña colada son algunos de los combinados que aquí funcionan muy bien, reconoce Reches. 

A última hora de la tarde el tapeo vuelve a ser protagonista en Gloria Bendita que por las noches completa su carta con pizzas y hamburguesas como opción perfecta para cenas más informales. Además, al caer la tarde, el restaurante mirador, situado en la segunda planta, se convierte en un lugar ideal para disfrutar de una cena especial, de conversaciones familiares o de risas entre amigos. La idea que es que a cualquier hora del día en este local, que en breve renovará su carta-adelanta Cristina-, el cliente se encuentre en la gloria y si es en la gloria bendita, aún mejor.