Medinaceli se apodera de la noche abulense

I.Camarero Jiménez
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Cientos de personas presenciaron la procesión del Martes Santo en un recorrido cercano a las tres horas por el centro de la ciudad. Desde 2019 no había vuelto a 'pisar' las calles

Medinaceli se apodera de la noche abulense - Foto: Isabel García

Llegó el Martes Santo y con él la Procesión de Medinaceli. Entonces se convirtió en protagonista sin duda de la noche abulense que, por cierto fue su aliada para lucir más hermosa, como también lo fueron el recorrido en sí mismo y la belleza de los pasos que la conforman,  todo ello aderezado con el empeño  y buen trabajo de las dos bandas de música elegidas para la ocasión, que fueron la de la Preciosísima Sangre, de Valladolid, y la de Jesús Atado a la Columna, de Medina del Campo.

 ¿Qué más se podría pedir para una de las procesiones que cierran el Martes Santo abulense? Pues, efectivamente, lo que piensan: la complicidad de los abulenses y de los visitantes y está claro que con ellos contó por centenares a pie de calle e incluso en los balcones de establecimientos hoteleros y viviendas, como fue el caso de los de la plaza de la Catedral. ¡Qué mejor noticia ese respaldo para unos cofrades que llevaban sin salir a las calles desde 2019! La pandemia obligó a parar y cuando pudieron retomar en 2022, la lluvia no se lo permitió. Ahora, por fin han vuelto con toda la ilusión y muchos nervios que se notaban momentos antes de la salida y en el interior de la Catedral. Caras de alegría y nerviosismo casi a partes iguales

Lo importante es que ayer por fin a las 21 horas comenzó la procesión que con tanto mimo y tantas semanas de antelación prepara la Archicofradía de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli. Además este año están de celebración, la del 75 aniversario, y con ello se acrecienta la tensión. Se da la circunstancia de que se han encontrado en el camino algún inconveniente, ya más que solventado. Nos referimos al percance que el viernes sufrió el trono de la imagen de San Pedro Llorando pero que han solucionado acoplándolo al de la Borriquilla.

Ahondando en el aniversario y precisamente por ello,  entre las novedades, la imagen de Jesús de Medinaceli salió con una túnica especial por esos 75 años. Mucho tiempo ha pasado ya desde que se creara la cofradía y en estas siete décadas y media han sumado a sus filas cerca de 900 hermanos.Como cofrades, también ha ido sumando imágenes a este recorrido  de Martes Santo. 

A día de hoy en procesión salen San Pedro Llorando; Nuestro Padre Jesús de Medinaceli, el gran protagonista; la imagen del Nazareno del Perdón, la del Calvario, la de la Virgen del Mayor Dolor, la del Cristo Yacente y la de la Virgen de las Lágrimas. Junto a ellos, cientos de cofrades, con sus características túnicas  moradas y con capas de color oro dieron forma a esta estación y arropando, por supuesto, representación institucional, de la Policía Nacional con sus uniformes de gala custodiando a Medinaceli, representantes del resto de hermandades y cofradías que componen la Semana Santa abulense y público mucho público a lo largo de un recorrido por el que los participantes fueron dejando la estela de la pasión que sienten por la Semana Santa abulense. También hubo saetas junto al cimorro de la Catedral y al final de San Segundo. Y es que el de ayer fue un amplio caminar a través de algunas de las calles más céntricas de la capital, intramuros y extramuros. 

Tras abandonar la Catedral se dirigió la comitiva a la calle San Segundo por el arco del Peso de la Harina, para llegar al Mercado Grande y acometer desde allí  el siempre espectacular Paseo del Rastro que le aporta aún más valor a una procesión sobrecogedora al tiempo que sobria. DelRastro se dirigieron a la plaza de la Santa por el arco del mismo nombre con la dificultad que este movimiento siempre entraña para la entrada de Jesús de Medinaceli pues los 28 cofrades que se reparten los 800 kilos de peso de la imagen deben solventarlo de rodillas. Fue en ese momento por cierto cuando los compañeros de la 8 Ávila conectaron en directo para llevar la procesión a las casas de los abulenses que no lo pudieron disfrutar a pie de calle. A partir de ahí tocaba emprender el camino de vuelta  por las estrechas calles del casco histórico hasta la Catedral.

En total tres horas de procesión en los que Medinaceli por fin brilló.