Rosalía Jódar es doctora en Psicología por la Universidad de Murcia y profesora del grado de Psicología de la UCAV, así como de su Máster en Psicología General Sanitaria.

Coincidiendo con la celebración del Día de la Salud Mental, charlamos con ella sobre aspectos como la presencia de la psicología en momentos vitales como la infancia o la adolescencia o sobre la importancia que tiene derribar las barreras que, tradicionalmente, han rodeado la visita a estas consultas. 

¿Qué se entiende por salud mental?

La OMS define la salud mental como «un estado de bienestar en el cual cada individuo desarrolla su potencial, puede afrontar las tensiones de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera, y puede aportar algo a su comunidad». Por lo que, la persona debe desarrollar y adquirir desde la infancia estrategias de gestión emocional que le permitan afrontar las dificultades de la vida y, a su vez, les permita adquirir bienestar físico, psicológico y social para tener una adecuada calidad de vida.

¿Qué ha ocurrido para que ahora comience a hablarse algo más de salud mental, un tema que hace décadas era prácticamente tabú?

Antiguamente se entendía que la salud era solo la ausencia de enfermedad, pero en la actualidad, las investigaciones nos permiten conocer que para que tengamos una adecuada salud es necesario disponer de salud física, psicológica y social. Así, este mayor conocimiento del ser humano nos permite hacer hincapié en la necesidad de tratar al ser humano en su totalidad. 

También se ha dado más a conocer la figura del profesional de la psicología y sus beneficios, lo que permite romper el tabú de que se va al psicólogo solo cuando se tienen enfermedades o trastornos psicológicos, sino que el profesional de la psicología te permite desarrollar estrategias para afrontar el día a día con efectividad y disfrutar de cada ámbito de nuestra vida. 

¿Hay ahora más casos relacionados con la salud mental o sencillamente es que vamos perdiendo el miedo a visitar a un profesional?

En la actualidad hay una mayor visualización de la salud mental y de la importancia de trabajar sobre ella, lo que permite hacer más visible que existen problemáticas en este ámbito, las cuales antes también existían, pero no se hablaba de ellas. Y, así, se pierde el miedo a visitar a un profesional de la salud mental. 

Se ha eliminado el estigma de que visitar a dichos profesionales está relacionado con problemas graves y que estos profesionales nos ayudan a gestionar nuestro día a día mediante la adquisición de estrategias de gestión emocional y del estrés.

Desde el ámbito profesional de la salud mental se continúa trabajando para eliminar este 'estigma' sobre el hecho de que acudir al psicólogo o psiquiatra es porque se tiene un problema grave. Como decimos, no es necesario llegar a tal punto, pues desde este ámbito profesional se trabaja también desde la prevención y en la intervención en la problemática desde el inicio aportando estrategias que favorecen afrontar los problemas antes de que se conviertan en situaciones más graves. 

¿Cuáles son los principales peligros de la sociedad en la que vivimos cuando se habla de salud mental?

Principalmente, hablamos del desconocimiento de que las emociones negativas también tienen una función adaptativa para las personas y es necesario afrontarlas desde el momento en que se empiezan a sentir, para poder gestionarlas y responder adecuadamente mediante la autorregulación.

Por otro lado, sigue siendo necesario visualizar la educación emocional desde la infancia, trabajar en prevención y en intervención desde el ámbito profesional de la salud mental. Sin olvidar, que somos seres sociales y tenemos, por tanto, que vivir en comunidad, respetando al prójimo y sabiendo que el trabajo en equipo favorece a todos. 

¿Y cuándo debemos acudir a un profesional?

No debemos esperar a tener una sintomatología grave, desde el momento que se comienza a sentir que no podemos responder al ambiente de forma adecuada o que no disfrutamos de las cosas que tanto nos gustan, debe saltar la alarma y pedir ayuda al profesional de la salud mental. Por supuesto, si la sintomatología es grave, no se debe demorar y pedir ayuda lo antes posible. 

Pero también, resaltar que el profesional de la salud mental trabaja desde la prevención, y nos ayuda a conocernos a nosotros mismos, cuáles son nuestras fortalezas y debilidades, para que podamos desarrollar un adecuado bienestar y óptima calidad de vida. Un proceso de autoconocimiento, con un especialista en salud mental, favorece que podamos disfrutar de la vida de una forma adecuada y plena.  

Si hablamos de infancia, ¿cuáles son los principales problemas que acechan en salud mental?

Sobre todo, la dificultad de gestión emocional. En la infancia se aprende desde la observación de los demás, por lo tanto, hay que favorecer el aprendizaje de las emociones para que aprendan a gestionarlas, y así resolver los problemas de forma autónoma. Sin olvidar que desde la infancia se van asentando las bases de nuestra personalidad y el desarrollo de la autonomía, para que en la adultez podamos afrontar y enfrentar las dificultades.  

Debemos tener en cuenta también, la importancia del desarrollo del pensamiento crítico, es decir, la capacidad para tener en cuenta los diferentes puntos de vista y ser capaces de emitir juicios de valor. Sabiendo diferenciar lo que está bien de lo que no lo está y actuar en consecuencia. 

¿Y en el caso de la adolescencia? ¿Qué debería hacer saltar las alarmas a unos padres en este sentido?

Principalmente, el aislamiento social. Somos seres sociales y necesitamos pertenecer a un grupo que favorezca la adaptación positiva; también, tener en cuenta cuando no se comparten con los padres o personas cercanas las inquietudes o preocupaciones, pues el adulto cuenta con una experiencia que favorece la resolución de conflictos y un conocimiento más apropiado del mundo; así como, la falta de autonomía (acorde con la edad), los adolescentes deben asumir responsabilidades y disponer de normas y límites; sin olvidar, las conductas autodestructivas, como el consumo de sustancias o adicciones al juego o redes sociales. En este punto resaltar la necesidad de relaciones sociales directas, cercanas y reales, fuera de una pantalla, pues el mundo real no es el que se visualiza en las redes sociales y distorsiona su visión del mundo, dificultando el desarrollo de competencias para la vida.

 Muchos colegas suyos hablan de la falta de profesionales para atender la alta demanda en casos relacionados con patologías mentales. ¿Está usted de acuerdo con ellos?

Totalmente de acuerdo, es necesaria la incorporación de psicólogos en los centros educativos para poder intervenir en los problemas relacionados con la salud mental o en conductas suicidas o de acoso escolar, así como trabajar desde este ámbito en la prevención de los mismos y favorecer hábitos de vida saludable, que prevengan: adicciones, ya sea a sustancias, al juego, a internet o redes sociales; o trastornos de la alimentación; e incluso en prevención del suicidio. Es necesaria la educación emocional a través de un profesional de la salud mental. 

Por otro lado, también se requiere y se conoce la necesidad de la incorporación de psicólogos en centros de atención primaria, pues un adecuado tratamiento requiere ir a la raíz del problema, en este caso, un problema de salud mental. 

¿Cuál es la línea, si existe, que separa la psicología de la psiquiatría?

El mejor tratamiento es una intervención conjunta, pues cada campo aporta un conocimiento específico que favorecer el desarrollo pleno.