Llega la temporada alta del turismo: vacaciones escolares y laborales se dan la mano con el buen tiempo y el turismo tiene mucho que ofrecer y qué decir. Ahora bien lo tendrán que afrontar haciendo frente a un problema que de momento tiene difícil solución y ése es la falta de camareros (pero también de jefes de sala, de personal de hoteles, de alojamientos rurales). Se estima que en Castilla y León faltan entre 6.000 y 7.000 empleados y por ello en Ávila hablaríamos de cientos de puestos de trabajo sin cubrir. De ello conversamos con el presidente de la Federación de Hostelería abulense dependiente de la CEOE, Fernando Alfayate, y nos haccemos eco de las declaraciones de la presidenta de los hoteles de Castilla y León, la abulense Piedad Sánchez. Desde luego las perspectivas no son halagüeñas y la recomendación de Trabajo de pagar más no parece que sea la solución al problema a juicio de estos dos profesionales del sector.

Fernando Alfayate reconoce el problema, pero también que la falta de profesionales afecta a otros sectores además de la hostelería porque «¿quién se va a trabajar a la agricultura, a la ganadería o a la construcción o detrás de un volante?»-se pregunta. No siempre, pero estima que hay muchos casos particulares en los que se demuestra que «la gente no quiere trabajar». Y es que «si cobra la pagao el paro, a veces no les interesa» porque además estamos hablando de un sector en el que «se trabaja los fines de semana y las vacaciones». 

Estima que es éste un problema «difícil» y por ello «no tiene fácil solución». La base del mismo estima que está «en la educación y en la falta de compromiso de la gente». «Yo empezaría por esa educación. Hace tiempo la gente mientras estudiaba trabajaba, bien para ayudar a la economía familiar o bien para invertir en su ocio y en muchas ocasiones lo hacía en la hostelería, dando extras. Eso hoy no lo encuentras». Además estima que no hay gente formada en general para trabajar en el sector y ahí demandaba que «se empleen más recursos para que la gente pueda trabajar en sala, por ejemplo ya que es un oficio que estimo tendría mucho futuro».

Otro problema y ahí mira hacia dentro es que «la mayoría, en Ávila, somos empresas pequeñas y hay poca posibilidad de promoción, pero es lo que hay». También que conciliar trabajando en hostelería es difícil «y eso que aquellas jornadas de hace años y de 14 horas en algunos casos ya no existen, salvo eventos señalados». Ante la pregunta de si pagando más encontrarían gente la respuesta es clara. «La retribución en el trabajo es importante pero no lo que más». «Hay sectores en los que se cobra más y no encuentran gente; del mismo modo que en otras comunidades o provincias tienen convenios de hostelería en los que pagan más que nosotros y tampoco encuentran trabajadores». No todo es el salario porque «igual te sale trabajo en un sitio de costa y te pagan más, pero el precio de la vivienda es muy superior al de Ávila». Por supuesto que cuando buscan trabajadores, desde el Ecyl les mandan gente pero en muchas ocasiones declinan quedarse a trabajar. «Me he encontrado casos que te dicen que les firmes diciendo que no les quieres coger para el puesto, cuando son ellos los que no quieren trabajar». 

«Yo necesito trabajadores y estoy cogiendo lo que me viene, pero claro en muchas ocasiones es mano de obra no cualificada, a veces no conocen ni el idioma y es empezar de cero y lo que no pueden hacer ellos lo tenemos que suplir nosotros». 

Ante ello, ¿qué ocurre? Que hay que trabajar menos o reducir los servicios que prestas. En este sentido se expresaba Piedad Sánchez, presidenta de Hoteles de Castilla y León  en declaraciones a la agencia Ical,  y quien reconocía que son muchos los establecimientos que no pueden ofrecer en temporada alta sus servicios al cien por cien.

Como Alfayate considera que es una situación de difícil solución en el corto plazo. Todo apunta a que el sector tendrá que reestructurarse.

Para Sánchez la falta de profesionales está pasando factura y está frenando la «rentabilidad óptima» de un sector que había visto normalizada su actividad y que acaba de entrar en temporada alta. Así, además de parar la ventas de habitaciones, también se están viendo obligado a reducir el número de comuniones o bodas que se contratan por la falta de trabajadores.

En su opinión, uno de los problemas a la hora de encontrar personas dispuestas a trabajar en los hoteles es la fuga de trabajadores a otros sectores provocada por el parón de dos años a los que obligó la pandemia y por la falta de continuidad laboral en este periodo. Además, también reconoce como el presidente de hostelería de Ávila que la conciliación familiar y el modelo de desempleo y ayudas sociales tampoco ayudan a la contratación. «Cuando intentas buscar una persona para un puesto que requiere trabajar los fines de semana y una actividad física importante, hay mucha gente que si la diferencia con las ayudas que recibe y el salario no es muy alta prefiere quedarse en casa», aseveró.

Además, Sánchez también lamentó la falta de responsabilidad a la hora de acceder a un empleo e indicó que cada vea es más frecuente casos en los que después de superar la entrevista y de confirmarle su incorporación, «o no aparecen o llaman el día antes para renunciar». De nuevo, plena coincidencia con Alfayate.