El baile más especial y emotivo

E.Carretero
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Miguel, Borja, Ángel y Óscar tuvieron este domingo el privilegio de bailar con Nuestra Señora de las Vacas el Gato Montés y de hacerlo por última vez al casarse en unos meses dos de ellos y abandonar la peña de los Mozos este año los otros dos

Miguel, Borja, Ángel y Óscar fueron este segundo domingo de mayo, con  permiso de la Virgen, los protagonistas del momento más esperado de las Fiestas de Nuestra Señora de las Vacas, y también del más emotivo. No en vano,  estos cuatro jóvenes tuvieron el privilegio este año de portar a hombros a la Virgen en ese momento en el que la procesión con la que esta barriada celebra el día grande de sus fiestas llega a la avenida de Madrid, y de hacerlo para bailar junto a ella el pasodoble 'El Gato Montés'. Un baile solo permitido a los mozos solteros y en el que tienen prioridad los más veteranos o aquellos que se van a casar. Una situación, esta última, en la que este año se encontraban Óscar, que se casará el próximo 12 de agosto con Rocío, y Ángel, que dará el sí quiero a su novia Rosa el 16 de septiembre. Junto a ellos también cumplieron el «sueño» de bailar con la Virgen de las Vacas  Borja y Miguel, para quienes este baile fue también muy especial y emotivo por ser el último para ambos puesto que los dos dejarán este año de formar parte de la peña de Mozos de las Vacas. 

Ante la atenta mirada de su novia Rosa, Ángel era la segunda vez que protagonizaba este baile que un año más congregó a centenares de personas a los pies del Lienzo Norte en el recorrido que discurre entre la rotonda de las Teresas, junto a la gasolinera BP, y la puerta del Puente Adaja. «Es muy emotivo vivir este momento junto a la persona que amas y con la que vas a compartir tu vida y también junto a tu Virgen, que es lo más emocionante que puede haber para un mozo», afirmaba este joven mientras esperaba la llegada de Nuestra Señora de las Vacas para bailar con ella su último baile antes de cambiar de estado civil.  «Siempre hay nervios y siempre hay respeto como es lógico cuando uno tiene tanta devoción por su imagen», confesaba antes de portar a la Virgen en hombros para iniciar un recorrido de unos 15 minutos de duración en el que estos cuatro jóvenes estuvieron acompañados, como es tradición, por otros mozos de la peña que formando un círculo saltan, bailan y tararean este pasodoble animando y dando fuerza a  los jóvenes que portan a la Virgen, a la que no dejan de lanzar 'olés'. 

También por segunda vez, y última ya que este año abandonará la peña de los Mozos, bailaba Borja  a la Virgen de las Vacas. «Llega el final y tengo mucha alegría por poder bailar a la Virgen pero también mucha tristeza de que va a ser la última vez y de que ya no voy a poder portarla más», reconocía al hablar de un sentimiento agridulce y del fervor que siente por esta imagen mariana. «Es un sentimiento muy especial que se tiene desde pequeño. Para nosotros la Virgen es nuestro referente; esas mariposas que dicen que se sienten, pues hoy serán mis últimas mariposas», reconocía momentos antes de iniciar este baile que como es habitual siguieron con atención centenares de personas apostadas a los pies del Lienzo Norte para poder ver esta emocionante y singular procesión. 

El baile más especial y emotivoEl baile más especial y emotivo - Foto: Isabel GarcíaTambién con mucha emoción vivió este baile Miguel, hermano de otro de los mozos, Óscar, y para quien éste también fue el último baile con la Virgen ya que como Borja, él también dejará este año la peña. Éste era de hecho su tercer pasodoble con la Virgen de las Vacas y también el más especial no solo por ser el último sino por el agradecimiento hacia el resto de mozos por haberle dejado repetir experiencia para compartir este momento con su hermano y dos de sus mejores amigos.  «Lo más importante que tenemos los mozos es la Virgen y este es un momento muy especial», aseguraba este joven que no dudaba en afirmar que  «la Virgen de las Vacas lo significa todo. Desde que somos niños crecemos con ella y nos acompaña durante toda la vida. Es un orgullo ser vaquero».

Borja, Miguel, Ángel y Óscar cumplieron este domingo el sueño de cualquier vaquero: el de poder sacar a bailar a los pies de la Muralla en su día grande a Nuestra Señora la Virgen de las Vacas, que este año lució el manto azul que estrenó para su coronación canónica.