«La Semana Santa es historia y tradición, arte y literatura»

B.M
-

El cronista oficial de Ávila, Jesús María Sanchidrián, protagonizó el pregón de la Semana de Pasión en Valladolid en un texto lleno de lirismo y palabras de artistas que reflejan Ávila

«La Semana Santa es historia y tradición, arte y literatura» - Foto: Miriam Chacón ICAL

Jesús María Sanchidrián, cronista oficial de Ávila, fue el encargado de pronunciar el pregón de la Semana Santa abulense en Valladolid, una forma de dar a conocer la Pasión fuera de nuestra Muralla y recoger el sentir y significado para llevarlo a la capital vallisoletana.

El pregonero hizo un ejercicio de lirismo, de citas y de reconocimiento a autores y artistas que, de una manera u otra, han estado relacionados o hablan y plasman la Semana Santa de Ávila. Por sus palabra se deslizó Santa Teresa o San Juan de la Cruz pero también Gregorio Fernández, Tomás Luis de Victoria, Antonio Veredas, José Jiménez Lozano, Lope de Vega, Federico García Lorca, Unamuno o Gabriela Mistral, entre otros.

Quizá fue una forma de transmitir los sentimientos que de ellos nacieron pero también los propios del pregonero recogidos en su discurso.Un discurso con párrafos que continuamente comienzan con «La Semana Santa de Ávila es» y a partir de ahí va dando significado. Así lo hizo al principio de sus palabras cuando dijo que «la Semana Santa de Ávila es historia y tradición, arte y literatura, música y pintura, imaginería y escultura, poesía y oración, dibujo y fotografía, himnos y marchas, fiesta y patrimonio, procesión y peregrinaje, desfile y viacrucis, cofradías y hermandades, archicofradías y patronatos, exposición y manifestación popular, sentimientos y devoción, pregones y discursos, sermones y oficios religiosos».

«La Semana Santa es historia y tradición, arte y literatura»«La Semana Santa es historia y tradición, arte y literatura» - Foto: Miriam Chacón ICALY añadió «ciertamente, estas y otras muchas cosas más son la Semana Santa abulense, cuyos méritos de acreditada antigüedad, raigambre tradicional, valor cultural y atractivo turístico la hicieron merecedora de la declaración de Fiesta de Interés Turístico Internacional».

Se refirió también a que la Semana Santa «trasciende a lo puramente religioso para convertirse en un acontecimiento social, cultural y turístico de primer orden». Por lo que hizo un relato que unía «aspectos históricos, estampas literarias, cuadros artísticos, composiciones poéticas, piezas musicales y secuencias procesionales varias» pero sin olvidar «que el origen de todo parte de la piadosidad cristiana y su veneración en iglesias y parroquias, humilladeros y ermitas, conventos y monasterios, capillas y alteres catedralicios».

En ese recordatorio rememoró el 19 de abril de 1468, Domingo de Resurrección, día en el que se firmó el Tratado de los Toros de Guisando o la imagen del Santísimo Cristo de las Batallas.

También la «música celestial» en la polifonía de Tomás Luis de Victoria o cómo cantan Amicus Meus, la Camerata o el Coro Gregoriano de la Santa.

Y la literatura, con sus escenificaciones de la Pasión pero también recuerdos de que «la Semana Santa de Ávila es el recuerdo de la niñez en la casa de pueblo de aquellos tiempos litúrgicos de antaño, el sermón de la Soledad, los fríos de la noche helada del Jueves al Viernes Santo, la procesión del Entierro con velas encendidas y la alegría del sábado de Gloria».

Habló también de que «la Semana Santa de Ávila es un ejército de penitentes con túnicas, hábitos y capuchones agrupados en 14 cofradías y hermandades que procesionan por la ciudad monumental y las rondas de la Muralla», pero también es «iconografía, imanigería y escultura de artesanos y artistas que cobran un especial protagonismo en las exposiciones de sus obras».

Y todo porque la Semana Santa abulense «reúne parte del universo social y religioso social» y las procesiones son «una manifestación teatral pública en la calle, en la que se expresan rituales de participación de lo sagrado con implicación de cofradías y feligreses en escenarios únicos».