Aumenta la superficie cultivada de lavanda en La Moraña

Mayte Rodríguez
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Aunque solo hace tres años de las primeras plantaciones en esta comarca, el cultivo ha visto cómo las 50 hectáreas iniciales han llegado a 130 en esta campaña, todavía una superficie discreta pero en expansión

Aumenta la superficie cultivada de lavanda en La Moraña - Foto: Ricardo Munoz Martin

Los campos de lavanda de La Moraña todavía no están en su esplendor, pero en pocos meses la flor de esta planta aromática se abriá y teñirá con su color característico extensiones de tierra cada vez más amplias, pero todavía discretas. «Empezamos hace tres años con las primeras plantaciones, unas 50 hectáreas y ahora tenemos unas 150», nos cuenta Hermógenes Legido, uno de los lavandicultores morañegos, que se confiesa «un enamorado de La Provenza», región francesa cuyo paisaje está marcado precisamente por el color lavanda de sus campos, enormes extensiones de plantas aromáticas que, en época de floración, constituyen un auténtico placer para los sentidos. 

«Hemos llegado un poco tarde, pero La Moraña reúne unas condiciones especiales» para este cultivo, asegura Legido, según el cual esta comarca abulense «no tiene nada que envidiar» a otras provincias españolas que nos llevan la delantera como cultivadoras de lavanda. El caso quizá más conocido sea el de La Alcarria, en Guadalajara, pero también «Valencia, Burgos o Murcia» llevan más tiempo dedicando tiempo, hectáreas y esfuerzo a esta planta aromática. «Es más, la Moraña está en la mejor ubicación para este cultivo», añade.

La rentabilidad que ofrece la lavanda a los productores es una de las razones por las que Hermógenes Legido anima a otros agricultores de la comarca a animarse a sembrarla. «Si comparamos la rentabilidad con la de cultivos tradicionales como el cereal yo diría que es más rentable, más aún con las nuevas ayudas» que ha incorporado la Unión Europea. «Se nos va a compensar a mayores con 150 euros por hectárea, yo creo que es una ayuda interesante», subraya. 

Para la mayoría de los agricultores que hasta ahora se han animado a probar con esta planta aromática, la lavanda es un complemento a otros cultivos. «Empezamos siendo cinco, ahora ya somos doce de pueblos como Crespos, Chamartín, Castellanos de Zapardiel, Madrigal, Horcajo de las Torres y Palacios de Goda», nos detalla. 

Las elevadas temperaturas de estos días pueden influir en el desarrollo normal de la planta, igual que el del resto de cultivos. «Las primeras floraciones son a primeros de junio, pero si no llueve, como pasó el año pasado, el esplendor lo alcanzó a finales de junio y primeros de julio, luego la planta cambió rápido el color y hubo que segar», explica. «Pero viniendo un año normal, las primeras floraciones empiezan a primeros de junio hasta finales de julio, que es cuando alcanza el punto álgido de la belleza esta planta aromática», subraya.

Él, además de cultivarla, está comercializando distintos productos provenientes del «aceite esencial» de la lavanda a través de la web www.lavandareal.com. «Miel de lavanda, saquitos de flor seca, productos de ambientación, crema de manos, jabón y labial elaborado con aceite puro de lavanda, sin nada sintético», argumenta el lavandicultor.